Los linchamientos en Venezuela crecieron con fuerza este año, reveló este miércoles un informe, que destacó que esta práctica, que deja un muerto cada tres días, se convirtió en algo común debido a la sensación de desamparo de la sociedad, reseñó Reuters.
El Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV), que monitoriza crímenes, dijo que los homicidios a manos de una multitud se convirtieron en un fenómeno generalizado en la nación sudamericana, con 126 muertes reportadas en 2016 frente a 20 en el año previo.
“Por la reiterada victimización que se ha vivido durante más de una década, y el sentimiento de desamparo, muchas personas han decidido tomar la justicia por mano propia”, dijo el OVV en su informe anual.
Mientras que en el pasado los linchamientos eran esporádicos, la acción que antes se centraba en presuntos asesinos o violadores también se enfocó en quienes cometen delitos menores, en momentos en que se registra “una actitud más tolerante y cómplice de la policía”, agregó la entidad.
Los venezolanos han sufrido durante mucho tiempo niveles alarmantes de violencia, debido en parte a la posesión generalizada de armas y la impunidad de muchos criminales que pueden evadir la prisión si son atrapados, según analistas.
La aguda crisis económica, con una galopante inflación y escasez de bienes básicos, ha hecho que la práctica crezca de manera exponencial.
El OVV, un grupo de académicos que compila datos de fuentes policiales y medios de comunicación, dijo que Venezuela era el segundo país con mayor número de asesinatos tras El Salvador, con 28.479 homicidios o más de tres cada hora estimada para 2016.
Eso representaría 91,8 homicidios por cada 100.000 habitantes este año, frente a los 90 en 2015. En Caracas, el OVV proyectó una impactante tasa de muertes violentas de 140 por cada 100.000 habitantes.
El Gobierno rechaza las cifras del OVV y alega que están infladas por razones políticas. La última cifra oficial revelada fue de 58 por cada 100.000 habitantes para 2015.
Pero sus adversarios se quejan que durante 17 años, en referencia a los gobiernos de Maduro y su predecesor Hugo Chávez, el Gobierno no ha tenido ningún avance.
“La violencia está acabando con el futuro del país”, dijo el miércoles el líder opositor Henrique Capriles tras conocerse las cifras.