Hollande intenta pesar en las elecciones con mensajes contra Le Pen y Fillon

Hollande intenta pesar en las elecciones con mensajes contra Le Pen y Fillon

France's President Francois Hollande (C) and Interior Minister Bruno Le Roux (2ndR) visit the security measures at the Champs Elysees Avenue in Paris, France, December 31, 2016. REUTERS/Thibault Camus/ Pool
REUTERS/Thibault Camus/ Pool

 

El presidente francés, el socialista François Hollande, aprovechó hoy su discurso de felicitación del Año Nuevo, para lanzar cargas en profundidad contra los dos principales favoritos a sucederle en el Elíseo, el conservador François Fillon, y la ultraderechista Marine Le Pen.

EFE

Hollande, que ante su bajísima popularidad renunció el 1 de diciembre a presentarse a su reelección en los comicios de abril-mayo de 2017, atacó esta noche con dureza sin nombrarlos a Fillon y Le Pen, al tiempo que envió mensajes a la izquierda para evitar una dispersión que amenaza con dejarla descalificada en la primera vuelta.

Contra la presidenta del Frente Nacional, dijo que sus principales propuestas constituyen una negación de lo que es Francia.

“Francia -afirmó- está abierta al mundo, es europea, fraterna. Cómo imaginar nuestro país parapetado entre muros, limitado a su solo mercado interior, restableciendo su moneda nacional y además discriminando a sus hijos según su origen. Eso no sería Francia”.

Hollande hizo notar que cosas que se daban por supuestas como la democracia, la libertad, los derechos sociales o incluso la paz “se tornan vulnerables, reversibles”, como a su juicio lo ilustran el referéndum sobre el ‘brexit’, el resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos o “el ascenso de los extremismos en Europa”.

Contra el ganador de las primarias de la derecha francesa en noviembre, advirtió a los electores de que “está en juego el modelo social”, los servicios públicos, el sistema educativo, en referencia al programa de Fillon para reducir drásticamente el número de funcionarios o privatizar parcialmente la sanidad.

En cuanto a los cuatro meses y medio que le quedan de mandato, Hollande dijo que “hasta el último día” seguirá en su “tarea de servir a (su) país”, y recordó que desde el comienzo su gran prioridad ha sido “recuperar (la) economía para que el paro baje”.

A ese respecto, aseguró que los resultados están llegando “más tarde de lo que había previsto, es verdad”. Sobre todo, reiteró que “el número de demandantes de empleo baja, por fin, desde hace un año” y se han establecido nuevos derechos sociales y sanitarios con “bases sólidas”.

En el frente de la lucha antiterrorista, el presidente francés constató que Francia en 2016 “ha sido golpeada por terribles atentados”, empezando por el de Niza el 14 de julio (86 muertos), y que la amenaza terrorista “no se debilita”.

Eso significa -señaló- que habrá que continuar combatiéndola tanto en el interior -con acciones policiales y contra el fenómeno de la radicalización-, como en el exterior, con las operaciones militares en las que participan las tropas francesas, sobre todo en Mali, en Siria e Irak.

Para ilustrar su implicación, el presidente francés anunció que el lunes viajará a Irak para estar con sus soldados que allí adiestran y ayudan a los militares de ese país para desalojar al Estado Islámico de las regiones que controla, empezando por Mosul.

“Estad seguros -concluyó- de que en esta lucha contra la barbarie, nuestra democracia saldrá victoriosa”.

Hollande no se olvidó de del que es tal vez su mayor logro en política exterior, la firma en París en diciembre de 2015 del acuerdo internacional sobre el cambio climático, y cargó sin nombrarlo contra Donald Trump, que constituye ahora la principal amenaza para su aplicación práctica.

Hollande insistió en que “Francia no dejará a nadie, ni a ningún Estado, por mucho que sea el más grande, cuestionar este logro de la comunidad internacional”.

Tras la emisión de su discurso por televisión, el jefe del Estado realizó una visita, acompañado por su ministro de Interior, Bruno Le Roux, a las fuerzas de seguridad desplegadas en el centro de París para proteger los festejos de Nochevieja.

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