No se sorprenda al ver una placenta felina seca expuesta en algunas casas. Esta se mantiene porque trae buena suerte, creen los camboyanos. Tampoco hay que asombrarse al ver murciélagos, serpientes y lagartijas secas en las farmacias tradicionales.
Viajar a Camboya sin preparación previa puede llevar a varias confusiones culturales, advierte David Hill, el autor del libro ”Sí’ y ‘No’ en Camboya’, donde describe los hechos curiosos sobre este país asiático. ¿Por qué los camboyanos siempre sonríen? ¿Cuándo es mejor no cerrar negocios? ¿Por qué en el país a veces está prohibido conducir con las luces encendidas? Las respuestas a estas y otras preguntas las encontrarán en esta galería.
El autor advierte que la demonstración de ira es “el error mayor” que se puede cometer en el país, ya que se considera una falta de autocontrol. El mayor consejo que Hill da en su libro es “sonreír”. “Cualquiera que sea la situación, es recomendable que el viajero sonría todo el tiempo”, dice Hill.
Se considera un insulto grave señalar con el dedo a una persona, así como tocar la cabeza y el cabello de los camboyanos. “Nunca jamás golpee a un niño en la cabeza. Esta sería la peor ofensa social que uno puede cometer”. La cabeza para budistas es sagrada, puesto que es el asiento del alma.
Cuando visite un templo budista es necesario quitarse el calzado y ponerse una blusa blanca. “No toque a un monje si es una mujer, incluso para apretarle la mano”.
Es mala suerte cerrar negocios o comprar viviendas los miércoles. Los números 3 y 5 también son desgraciados en Camboya, por eso regalar tres flores o hacer una foto de 5 en grupo no es la mejor idea.
Los residentes del Reino de Camboya, que es el nombre oficial del país, nunca dicen ‘No’ directamente. “Existe un ‘Sí’ que significa afirmación y existe un ‘Sí’ pronunciado con vacilación que es un modo cortés de decir ‘No’. “El silencio significa una respuesta negativa”, indica Hill.
No conduzca durante el día con las luces encendidas. Esto está permitido solo para altos funcionarios.
Muchas personas en Camboya no saben leer, por eso las instrucciones escritas en un trozo de papel no le dirán nada a un vendedor en el mercado, ni a un taxista si son analfabetos.
Mientras habla con las personas, confirme que las puntas de su calzado no se dirijan hacia su interlocutor y las piernas no estén cruzadas, ya que esto se considera ofensivo.