La abogada especialista en derecho administrativo y profesora universitaria Luisana Bermúdez se refirió en consulta realizada por los medios sobre la crisis de poderes en Venezuela, en la cual mencionó que la característica más prominente de la crisis en la que nos encontramos sumidos la mayoría de los venezolanos, es sin duda la grave ruptura de la vida cotidiana y regular que teníamos cada uno de los ciudadanos, la predominante y nefasta revolución que mantiene dominada a la nación, pues hace que su pretensión de mantenerse en el poder por tiempo indefinido, atente incluso con los más naturales límites de cualquier democracia, como lo son por ejemplo la alternabilidad, el mismo hecho de realizar elecciones de manera periódica e incluso algo tan normal como el tener calidad de vida.
Nota de prensa
Bermúdez quien es dirigente política y social de Acción Democrática destacó: “ese descaro del ejecutivo de entrometerse sin guardar siquiera las formas, en las decisiones de otros poderes, es lo que viene causando el desmoronamiento de la institucionalidad del estado y agudiza la crisis que abarca ya los ámbitos económico, social, educativo, político y hasta cultural, es una crisis institucional que nos estancó como país, y que nos metió en una especie de dimensión paralela totalmente absurda y negativa”
La activista de la tolda blanca apuntalo que quien da una mirada a lo acontecido el año pasado en materia electoral, evidencia lo que el país y el mundo pudo darse cuenta, de que aún a sabiendas de que cualquier proceso electoral, es siempre una gran oportunidad para que exista un reacomodo y una recomposición por vía pacífica de la institucionalidad democrática, el terrible gobierno del señor Maduro, conjuntamente con la mayoría de rectores del actual CNE, atentaron contra el derecho al voto y a que los venezolanos se expresaran, truncando la posibilidad de realizar el Referendo Revocatorio en tiempo hábil, dejando mucho más vulnerable e indefensa a la población en ese aspecto y haciendo crecer mucho más la desconfianza en el árbitro electoral, esa es la realidad.
La jurista reflexiono también sobre papel ejercido por la Asamblea Nacional, “vemos por lo tanto que los poderes de no elección popular, quienes irónicamente son designados por la Asamblea Nacional, son los que pretenden imponer su visión unilateral de país, algo totalmente incorrecto en los tiempos modernos, pero que en Venezuela es una realidad.
TSJ, CNE, Ejecutivo y esa amalgama incompresible llamada poder ciudadano se desnudan al atacar y bloquear toda acción por parte de la Asamblea Nacional, el gobierno sabe que en efecto ese órgano sí tiene las cualidades para actuar y contribuir al restablecimiento de la institucionalidad resquebrajada actualmente, de allí que busca constantemente los medios para impedir dichas acciones, pues obviamente para el régimen existen los intocables, así estamos.”
Finalmente desde su percepción recomendó que Venezuela requiere una alternativa pronta al juego trancado que tiene, especificando: “la salida más idónea y natural a la grave crisis pasa obligatoriamente por que la mayoría se exprese en un proceso electoral que de garantías verdaderas de transparencia en los resultados, los demócratas no queremos una salida diferente, aquí debe imponerse como un denominador común entre los que creemos que hay que buscar un camino no violento para salir de la actual situación, la propuesta de unas elecciones que renueven todo si es necesario y que sea el venezolano el que defina su destino, un proceso con observación internacional que de modo imparcial vele por la transparencia del mismo; para que sea renovada la estructura del estado, que vuelva a existir separación efectiva de poderes, autonomía e independencia entre ellos, todo dentro del marco constitucional como debe ser, así de simple y sencillo.”