Cristiano Ronaldo cumplirá este año el sueño de jugar en la ciudad en la que se inició con el balón, Funchal, gracias al partido amistoso que disputarán Portugal y Suecia el 28 de marzo y que será el debut del astro portugués en su Madeira natal con la selección de las “quinas”. EFE
La noticia, anunciada en las últimas horas por la Federación de Fútbol de Portugal, ha sido recibida con mucho entusiasmo entre la población del archipiélago de Madeira, tanto por aficionados al fútbol, seguidores de Ronaldo y, sobre todo, por la clase política, que ve en este encuentro un punto de inflexión para su promoción turística.
Ronaldo hizo sus primeros pinos futbolísticos en las callejuelas del barrio de San Antonio de Funchal, un entorno humilde de la capital de Madeira donde desde bien pequeño se pasaba el día jugando a la pelota con sus primos y amigos.
Cristiano Ronaldo no juega al fútbol en estas islas, próximas a la costa marroquí, desde que regresó con el Sporting de Lisboa el 17 de mayo de 2003, última temporada con los leones antes de fichar por el Manchester United.
Fue un partido que enfrentó a los verdiblancos de Lisboa con el Nacional de Madeira, donde los de Ronaldo acabaron venciendo por 0-3.
Ahora, con la Selección de Portugal, con el número 7 y la vitola de capitán, Ronaldo regresa al estadio de Barreiros en el que será un reencuentro muy emotivo para los aficionados y para un jugador que salió con poco y que regresa con casi todos los títulos individuales o colectivos que se pueden lograr en este deporte.
Sin embargo, a pesar de la ausencia futbolística de Ronaldo en Funchal, la presencia del astro ha sido asidua en sus cortas épocas de asueto e, incluso, ha dejado impronta con algunas inversiones significativas en esta ciudad.
Es el caso del Hotel CR7, de la cadena Pestana, o una de las tiendas de mayor prestigio del Centro Fórum Madeira, de nombre también CR7, además de numerosos gestos solidarios que ha protagonizado para con sus paisanos.
Hasta los diez años, Cristiano Ronaldo estuvo enrolado en las categorías inferiores del modesto club del Andorinha, en Funchal, donde todo gira en torno al recientemente nombrado por la FIFA “Mejor Jugador del Mundo”.
Incluso, desde el club lo nombraron socio de honor y retiraron la camiseta número 7 por si algún día la quiere volver a lucir Cristiano.
Entre los años 1995 y 1997, Cristiano Ronaldo jugó en las categorías cadete del Nacional, el equipo de referencia de las islas.
Después, emprendió su meteórica carrera en el Sporting de Lisboa, donde, tras cinco años, fichó por el Manchester en 2003 para seis años más tarde protagonizar el fichaje más caro de la historia del fútbol y recalar en el Real Madrid.
La Selección de Portugal, que no jugaba en Funchal desde el año 2001, cuando disputó un amistoso con Andorra que ganaron los lusos por 3-0, con goles de Figo (2) y Pauleta, uno de los mejores delanteros de Portugal que militó en la extinta Unión Deportiva Salamanca y en el Dépor.
Aquel partido sirvió de homenaje al número 7, Luis Figo, y a buen seguro que el encuentro del próximo 28 de marzo también rendirá tributo al 7 de las “quinas”.