El presidente de Bolivia, Evo Morales, que prepara su reelección en 2019, anunció el lunes una profunda reforma ministerial que ha dejado fuera a viejos colaboradores como el canciller David Choquehuanca, o a su principal operador político, Juan Ramón Quintana.
Choquehuanca, histórico canciller desde los inicios del gobierno de Morales en 2006, se aparta del cargo y es reemplazado por el abogado e investigador aymara Fernando Huanacuni. Por su parte, Quintana es sustituido por el exparlamentario y también abogado René Martínez.
“Personalmente volveré a trabajar a las bases, volveré a donde ha nacido nuestro instrumento político, para fortalecer aún más tu liderazgo y cuidar la unidad de nuestra gran familia”, dijo Choquehuanca en su despedida ante Morales, en Palacio de Gobierno.
Se trata del canciller que más tiempo ha permanecido en el cargo en la historia de Bolivia y que ha tenido un rol clave en la relación bilateral con Chile, país al que llevó a la Corte Internacional de Justicia de La Haya para exigirle negociar la recuperación de su salida al mar tras una guerra a fines del siglo XIX. Se trata de un tema que aglutina a las masas y que aún está abierto en el tribunal.
El jefe de Estado recordó que no estaba planificado designar a Choquehuanca como canciller hace once años, pero agradeció su tarea que, dijo, “cambió la imagen de Bolivia, en lo social, en lo político, en lo democrático”, en un hecho “inédito” e “histórico”.
Morales, quien inicia su doceavo año en el poder, nombró a 10 nuevos ministros y ratificó a otros 10, eliminó las carteras de Transparencia y de Autonomías -que integrarán otros ministerios- y creó la de Energía, que estará a cargo de Rafael Alarcón, exgerente de la Empresa Nacional de Electricidad.
El único que permanece desde que asumió en el poder en 2006 es su ministro de Economía, Luis Arce.
“Hay que seguir trabajando y planificando”, remarcó en su discurso Morales -primer presidente indígena y de izquierdas-, quien aseguró que su gabinete trabajará para eliminar problemas como la “microcorrupción” en los ministerios, en trabajadores de menor rango.
El gobernante anunció el pasado sábado que iba a designar un “gabinete político” enfocado en la denominada Agenda 2025, considerada la mayor estrategia estatal de este país andino-amazónico.
“Es un equipo de trabajo, es un gabinete político, es un gabinete del mismo proceso, esta coordinación interna y externa va a ser tan importante para seguir mejorando la administración, la gestión para el pueblo boliviano”, refrendó al posesionar a sus nuevos colaboradores.