La sentencia condenatoria contra Efraín Campos Flores y Franqui Flores de Freitas podría reafirmarse, debido a que las objeciones de la defensa, fundamentalmente centradas en el principal testigo del juicio, no son suficientes para sustentar otra comparecencia ante un jurado, indicaron expertos consultados en Estados Unidos, publica El Nacional.
Por MAIBORT PETIT | NUEVA YORK
La moción conjunta de los acusados pide una sentencia de absolución, de conformidad con la regla 29, y otro juicio de conformidad con la regla 33 de las Reglas Federales de Procedimiento Penal.
La defensa insiste en que el juicio contra Campo Flores y Flores de Freitas “contiene evidencias insuficientes para probar el delito por el cual se les procesó”. Igualmente, argumenta que el tribunal erró en la aceptación del testimonio de José Santos Peña, testigo estrella de la Fiscalía, cuyo relato no debió haberse presentado al jurado como válido en virtud de que ese hombre mintió sobre su participación en la operación de la DEA contra los sobrinos Flores.
De acuerdo con el abogado Alexander Alfano, un tribunal de primera instancia puede examinar si las pruebas usadas en un juicio son insuficientes para sostener una condena, y si también luego de evaluar los hechos y las circunstancias persiste una preocupación real de que un inocente puede ser condenado. Entonces el tribunal puede considerar ordenar otro juicio, pero se trata de una opción excepcional, indicó Alfano.
Explica el experto que el juez debe estudiar si el gobierno logró demostrar que los acusados conspiraron para traficar cocaína y acometieron acciones para tal fin. Si hay dudas, los acusados tienen derecho a una sentencia de absolución de acuerdo con la regla 29, y además se les debe otorgar el derecho a un nuevo juicio de acuerdo con la regla 33, con el fin de evitar un error judicial.
Sin embargo, asegura que en las últimas tres décadas son muy pocos los que han logrado que una corte federal ponga en tela de juicio el fallo del jurado y ordene un nuevo proceso.
De acuerdo con las estadísticas del Departamento de Justicia de Estados Unidos, en 2013 la tasa de aceptación de este tipo de mociones fue aproximadamente de 0,8% en los tribunales de distrito, mientras que en las cortes de apelaciones alcanza a 1,78%.
Según Juan Ramírez, criminólogo de Nueva York, es muy baja la posibilidad de que un juez de un tribunal de primera instancia acepte un reparo basado en la supuesta insuficiencia de evidencias.