Hace 25 años Venezuela vivió uno de los momentos de mayor tensión en la historia contemporánea del país, el primer intento de Golpe de Estado, dirigido por el teniente coronel Hugo Chávez, como cabeza de grupo, en compañía de Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta, reseñó El Impulso.
Esta primera “intentona” se dio por el descontento social que había hacia el presidente Carlos Andrés Pérez, quien había impulsado políticas económicas que disminuyeron considerablemente la calidad de vida de los venezolanos, aunado a la desvalorización de la moneda local.
Sin embargo, este grupo de militares al no contar con el apoyo de la sociedad, no pudo contener el contraataque de la seguridad del Jefe de Estado, y fracasaron en su momento, pero esta acción marcaría un antes y un después, porque sería ese cuatro de febrero de 1992, cuando Hugo Chávez se dio a conocer en la nación.
Venezuela atraviesa actualmente una crisis, similar o superior a la que se vivió hace 25 años, es por ello que consultamos al politólogo Leandro Rodríguez y al sociólogo Nelson Fréitez, para comparar el 4F del 92’ y el 4F del 2017.
“Las condiciones actuales son peores”
Para el politólogo Leandro Rodríguez, la situación actual del país es considerablemente “peor” que hace 25 años. A su juicio en la actualidad hay más elementos negativos de los que hubo cuando se produjo el Golpe de Estado, entre ellos la “desconstitucionalización”, donde los militares y en especial el Gobierno, desacata lo establecido en la Carta Magna.
Al ser consultado, precisamente sobre por qué no ocurre un estallido social o un Golpe Militar, Rodríguez dio un panorama que resume la situación:
La pérdida de la calidad de vida en el 92’ impactó de manera inmediata en la población, mientras que en la actualidad, las condiciones son peores, los venezolanos han sufrido una desmejora progresiva de la manera de vivir, suavizando la tensión contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
El régimen ha “institucionalizado” la violencia, a través de los colectivos armados que amenazan a los ciudadanos, frente a los mismos organismos de seguridad, sobre cualquier acción contra el presidente. Por ejemplo, en el 2014 con la serie de manifestaciones que se presentaron, donde los grupos armados intimidaban a los ciudadanos para cesar las protestas.
El populismo que ha utilizado el Gobierno nacional, también ha sido una acción que contrarresta el descontento social, a través de los Clap, o del mismo “carnet de la patria”, instrumentos que hace 25 años no eran implementados por Carlos Andrés Pérez.
Explicó que esta fecha sentó las bases para que se acabara el “bipartidismo” que gobernó Venezuela durante décadas, donde sólo era Copei y Acción Democrática.
“Ese desespero de cambio también hizo que los militares se alzaran contra el gobierno. Luego llegó Rafael Caldera a la presidencia, y fue ese descontento social que capitalizó Hugo Chávez para llegar al poder”, dijo.
Sostuvo que lo que hoy se denomina V República es una copia de todos los problemas que ya existían en la IV pero más pronunciados, al tiempo que señaló que los ciudadanos han cometido el error de creer que los problemas del país se van a resolver de un día para otro.
“Estamos pagando las consecuencias, no del intento de Golpe de Estado del 92’, sino de que los venezolanos estemos esperando que el país se arregle con hechos mesiánicos o por arte de magia, y que la mayoría de las personas no han terminado de entender que los políticos son servidores públicos, que debe rendirles cuentas a las personas, y no al revés”.
“Los militares reflejaron los problemas del pueblo en el 92’”
A juicio del sociólogo Nelson Fréitez, al igual que la población en el 92’, en la actualidad hay un descontento por la gestión que ha hecho el presidente Nicolás Maduro y que hizo el fallecido Hugo Chávez, sin embargo los problemas de hoy día son más agudos.
Una de las diferencias que aprecia Fréitez sobre el año de las intentonas golpistas contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez son las siguientes:
Los índices de pobreza en Venezuela eran del 58% -“una cifra muy alta en cualquier país”- pero para este año se estima que superen el 75%, de acuerdo a estudios realizados en la Universidad Simón Bolívar (USB), la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y la Universidad Central de Venezuela (UCV).
El desabastecimiento en el país era real, pero “no como lo hay ahorita”. Ahora “no se consigue nada”.
La inflación alcanzó el 35%; en el 2016 fue superior al 700%, siendo el más alto en todo el mundo.
Los militares se alzaron ante la falta de atención de los organismos públicos. En la actualidad también hay un conjunto de promesas sin cumplir, pero este se ha visto opacado por los operativos implementados por el Gobierno.
El sociólogo considera que por las cifras de crisis que hay en Venezuela, las condiciones están dadas para que haya un estallido social, sin embargo no se ha dado por falta de liderazgo en la oposición venezolana.
“El Gobierno ha perdido enormemente su popularidad, pero también lo ha hecho la Mesa de la Unidad Democrática, donde sus niveles de aceptación apenas llegan al 32%, y el resto son los venezolanos descontentos, que no están con ninguno de los partidos políticos, sino que quieren un cambio de verdad”.
Explicó que esta situación ya se ha tornado “insoportable”, pero ante la falta de un líder, se han producido estallidos sociales en puntos muy distantes como en Bolívar, Tumeremo, entre otros, pero que no terminaron en mayores problemas porque no hubo una organización ciudadana a nivel nacional. “Si el malestar no se expresa de manera organizada no servirá de nada”.
No hay quien refleje las necesidades de los venezolanos
Aquel 4 de febrero del 92’ se vio reflejado el malestar de los ciudadanos a través de los militares que se alzaron contra el Gobierno, sin embargo, los problemas se agudizaron con el pasar del tiempo.
En la actualidad, a pesar de tener una situación más profunda, los venezolanos no cuentan con un líder que sea capaz de organizar los millones de ciudadanos que están cansados de vivir en la crisis en la que está ahogada la nación.
El malestar social está en cada rincón del país, el ambiente que se respira en Venezuela es de pura política y economía, pero mientras exista la represión por parte del Gobierno y los grupos simpatizantes al régimen, no habrá quien tenga la popularidad y valentía de enviar al pueblo a que se haga sentir y que exija el respeto a sus derechos.