La dirigente nacional de Voluntad Popular y diputada a la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, Olivia Lozano, destacó que en lo que va de 2017 han muerto cuatro menores de edad por inanición. En ese sentido, aseguró que existe la necesidad de declarar la crisis alimentaria de acuerdo con los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “es urgente puesto que la indolencia del régimen no hace otra cosa que empeorar la situación”.
La parlamentaria recordó que desde el año pasado recibe denuncias de los habitantes de los diversos municipios del estado Bolívar por la politización y control en el suministro de alimentos y medicinas, que son sólo para los militantes del PSUV. “Se promueve una especie de bachaqueo legalizado, el cual es controlado por los burgomaestres de esas localidades, obteniendo cuantiosas sumas de dinero a expensas del hambre del pueblo”, señaló.
La desnutrición infantil y el deterioro del Programa de Alimentación Escolar (PAE), así como el desabastecimiento de medicamentos básicos y vacunas para la atención de enfermedades propias de la infancia, están causando estragos en esa población. “Las comunidades de bajos recursos están cocinando yuca con leña porque no hay gas ni alimentos. La gente no está comiendo desde hace tiempo y los más pequeños han dejado de ir a las escuelas porque no están desayunando. Hay deserción. Se está perdiendo toda una generación por la política de hambre que tiene este régimen de Nicolás Maduro”, alertó.
Cifras extraoficiales indicaban que en 2016 aproximadamente 28 niños perecían al día por desnutrición severa como consecuencia de la escasez de 80% alimentos y de medicamentos en Venezuela, que el régimen de Nicolás Maduro ha tratado de paliar con la repartición de bolsas de comida “raquíticas” con los Comités Locales de Alimentación y Producción (Clap) .
En menos de un mes, los nombres de Keiner Cardozo (de año y medio), Orangelis Figuera (siete meses), Santiago Velásquez (tres meses) y Joelvis Quijada (un mes) infantes de San Félix, estado Bolívar quienes murieron por desnutrición, resuenan en el país justo desde el día en el que hace 18 años Hugo Chávez, diera el discurso de su primera toma de posesión y en el que criticó la mortalidad infantil por ausencia alimentaria. Semana en la que con “absoluta indiferencia” la Gobernación de Bolívar y Alcaldía de Caroní, anunciara los preparativos para los carnavales de 2017.
Lozano recalcó que los dueños de los pocos locales expendedores de alimentos son el mismo Gobernador, Francisco Rangel Gómez y alcaldes como los de Sucre y Cedeño, Amelia e Igor Falcón “quienes usando su investidura tienen a los ciudadanos, obligándolos a comprar los productos directamente en lugares en las que ellos son los expendedores. Incluso eliminaron establecimientos como Mercal y Pdval siendo trasformados en mercados dirigidos directamente por la municipalidad. Aquí el bachaqueo es institucional y esto debe ser penalizado”.
Desmintió que los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP) estén distribuyendo lo que se requiere para abastecer a la población. “Esas bolsas no le llegan a nadie, no nutren y no están planificadas para tratar el tema de la hambruna que hay ya en Venezuela. Han profundizado el desabastecimiento y acaparamiento por parte del partido de gobierno (PSUV). El hambre en Venezuela está causando estragos especialmente en la población más vulnerable como la de niños y ancianos, con secuelas irreversibles para la salud y el desarrollo. Para enfrentar la crisis la Asamblea Nacional ha impulsado un debate para aprobar el proyecto de Ley de Garantía de Alimentación Escolar”, puntualizó.
Nota de prensa