Sosiego y mucha paciencia se requieren para la búsqueda de medicamentos en el estado Táchira. “Es desesperante que en todos lados te respondan ‘no hay’, pero toca armarse de entereza, porque así no se resuelve nada”, expresó Valentina Fuentes al salir de una farmacia, la octava que visitaba este lunes en busca de Fulgram en suspensión para su pequeño hijo de seis años, que presentaba una infección respiratoria. Así lo reseña lanacionweb.com
Como ella, cientos de personas se enfrentan a diario al déficit de fármacos que asedia al país y que, según la Federación Farmacéutica de Venezuela -Fefarven, alcanza el 85 %. La crisis se agudiza en el grupo de los antibióticos (usados para tratar infecciones). “Antibióticos no se encuentran, ni los de uso pediátrico ni de adulto, tampoco los de uso hospitalario”, indicó el primer vicepresidente de Fefarven, William Velazco.
En efecto, esta realidad se pudo constatar en recorrido efectuado por algunas droguerías de San Cristóbal, donde la constante siempre fue la misma: “No hay”. Principios como la ciprofloxacina, amoxicilina, sultamicilina, azitromicina, cefadroxilo y claritromicina -prescritos contra infecciones respiratorias y de otra índole-, no aparecen en buena parte de la red de farmacias de la ciudad.
“De 100 personas que ingresan, 80 buscan antibióticos”, dijo la encargada de un establecimiento ubicado en La Concordia, quien además reconoció que su trabajo se ha vuelto tedioso, agotador y estresante, ya que, en vez de servir al público, se siente como portadora de malas noticias. “Salgo con dolor de cabeza todos los días, al repetir lo mismo una y otra vez: No hay”.
En otra droguería, la vendedora hizo énfasis en que la crisis se recrudece en la población infantil, ya que casi no se consigue ningún fármaco pediátrico. María Labrador da fe de ello, ya que duró tres días ubicando cefixima (longacef) para su hija de 10 años, diagnosticada con bronquitis.
—No hubo manera de conseguir el medicamento en alguna farmacia, ni aquí ni en otro estado del país. Mi última opción fue pedirlo por grupos de WhatsApp y, entre tanto preguntar, al fin una chica apareció con uno, se lo compré y pude hacerle el tratamiento a mi niña. De lo contrario, no sé qué hubiera hecho -comentó-.
Y es que el desespero lleva a los pacientes incluso a automedicarse; no obstante, los especialistas recuerdan que tomar antibióticos no prescritos trae como consecuencia una “resistencia bacteriana, por lo que cuando usas el que corresponde, debes hacerlo por más tiempo”. Y en el caso de los niños, no es recomendable darles fármacos para adultos porque podría traer complicaciones graves, que incluso pueden llevar a la muerte.
“No hay producción de fármacos en el país”
Para William Velazco, de Fefarven, el problema de medicamentos en el país no es por fallas en la distribución, como asegura el Ejecutivo nacional, sino por falta de producción. “Es mayor la demanda que la producción. El Gobierno tiene metido en la cabeza que el problema es de distribución y no es así, es de producción. Los laboratorios no tienen la materia prima y tampoco la traen del exterior, porque no se aprueban las divisas”.
Agregó que hay muchos pacientes y pocas las medicinas que llegan. Por tanto, la demanda sobrepasó la oferta. Los farmaceutas advierten que la situación se torna compleja para quienes padecen enfermedades crónicas como asma, hipertensión, diabetes y epilepsia.
—Además de los antibióticos, no se consiguen fármacos anticonvulsivantes, para el alzhéimer, los problemas de próstata. Anticonceptivos, muy pocos, tampoco tenemos para rehidratar a los pacientes por vía oral, ni las medicinas para reponer la flora intestinal. Hay desabastecimiento también de los analgésicos por vía parenteral, para los pacientes de reposo en casa. Los anticoagulantes tampoco se consiguen—.
Reconoció que sí es cierto que a inicios de año se presenta un desabastecimiento, ya que los laboratorios dan vacaciones colectivas en diciembre y enero; normalmente las droguerías hacían pedidos los meses de septiembre, octubre y noviembre, para abastecer diciembre, enero y febrero.
“Eso sucedía normalmente hace seis años, cuando el desabastecimiento de medicinas rondaba el 15 % en enero y febrero. Pero ahora la producción es mínima, y lo poco que llega se acaba en el acto”.
Prescriben varias opciones
Ante esta situación, a los médicos no les queda más que prescribir el principio activo del medicamento o varias opciones de los nombres comerciales, como le solicitó insistentemente Andreína Cárdenas al pediatra de su hija. “Para tratar la irritación de la bebé por pañales le recetó baycuten, que no se consigue; además de escribirme otras cuatro cremas, y ninguna consigo”, señaló a su salida de una farmacia en Barrio Obrero.
Igualmente, otra señora preguntaba por candiderm, triderm, quadrider, sin encontrar una respuesta satisfactoria.
Para el área nasal, las gotas y espray también están agotados. “Estaba preguntando por nasonex o fluifort para los niños, y nada. Tampoco conseguí antialérgicos para mi esposa”, comentó Javier Roa, quien visitaba la quinta farmacia, en un recorrido que parecía no acabar, y tropezó sin querer con Claudia Espinel, que buscaba bacitracina (un antibiótico en crema).
“El desespero lo lleva a uno así, loco, ni ve para los lados. Me recetaron ese ungüento para una cortada en la mano y no hay manera de hallarlo”, dijo la joven. Y es que antibióticos no hay, de ningún tipo ni presentación, enfatizó la encargada de una droguería al responder a Pedro Torres, quien iba en busca de unas gotas oftálmicas.
Ni hablar del caso de la señora Sonia Bermúdez, que tenía en la mano varios récipes con una larga lista de cosas, ya que a su esposo lo iban a operar. “Mire, todo esto y no consigo nada; solo agua destilada y un tubo fue lo que pude comprar. De resto nada, no consigo ni la anestesia”, aseveró.
Y es que, a pesar de la variedad de medicamentos de un mismo espectro que recetan los médicos, las opciones siguen siendo insuficientes para los pacientes al momento de adquirir su tratamiento.
Alertan sobre cierre de farmacias
Freddy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica, alertó sobre el cierre de 44 expendios de medicamentos en seis estados del país, lo que complica aún más la oferta y el acceso a los medicamentos. Las más afectadas por la recesión son las droguerías independientes, que representan 85 % de los más de 5.300 establecimientos que hay a escala nacional. “En los países desarrollados hay una farmacia por cada 2 mil personas, en Latinoamérica hay una por cada 3 mil, y en Venezuela la relación es una por cada 7 mil habitantes”, precisó.