Del eterno y colorido paisajista de Caracas Manuel Cabré, y de la sencillez, pero profundidad expresiva de Armando Reverón tomamos ideas, para entender lo bendecida que ha sido Venezuela, con este litoral central. Es así, como se refiere Roberto Smith; un soñador que demuestra con sus alcances “que primero se sueña, luego se escribe y finalmente se actúa para cristalizar las ideas. En nuestra Vargas hay un cúmulo de oportunidades que pudieran ser la mejor propuesta caribeña, para propios y visitantes.”
Smith habla de Chichiriviche de la costa, Carayaca, Macuto, Osma, Chuspa y Caruao entre otros destinos “al alcance de todos, puestos por Dios para que los disfrutemos, cuidemos y proyectemos, a través de la conciencia ecológica y el apoyo sostenido al micro, pequeño y mediano empresario. Y atendiendo a sus pobladores, en servicios, seguridad, vialidad; y generando una profunda cultura de atención hacia el turista.”
Roberto Smith se detiene en sus reflexiones sabatinas y expone que “nadie hace caso omiso de la realidad política, financiera o social que vivimos, pero debemos pensar con sentido de visión realizable. Y el turismo es una posibilidad, que aunado al desarrollo del puerto, aeropuerto y de la propia comunidad varguense podría redecorar nuestras imágenes oníricas. Esos sueños que nos merecemos todos, y que debemos alcanzar trabajando juntos.”