La diseñadora Carolina Herrera llevó hoy a la pasarela de Nueva York la elegancia clásica que caracteriza a su firma, con una colección de estilo romántico en la que no faltó el binomio blanco y negro en conjuntos de camisa y falda o pantalón.
La venezolana apostó en esta Semana de la Moda de Nueva York por largos vestidos y faldas de vuelo o plisadas desde la cintura, en ocasiones combinadas con la mítica camisa blanca, y el contraste de materiales como el algodón, el cuero, el terciopelo, la seda y otras telas.
La camisa blanca, el icono de la firma, toma una nueva dimensión gracias a los sutiles detalles, desafiando formas y proporciones para cambiar sutilmente su apariencia y despertar sorpresa.
El cuidado por los detalles se manifiesta en las capas de las chaquetas y los abrigos, así como los lazos negros que decoran las faldas, los cuellos y las mangas de las camisas y los vestidos, lo que aporta un toque romántico y extra femenino a las prendas.
Además, llaman la atención los cinturones que marcan la cintura y forman delicadas siluetas, colocados sobre vestidos y faldas de línea tipo “A” que agregan volumen y estilizan la figura.
Herrera jugó con diferentes texturas, que en ocasiones se combinan en un mismo conjunto, lo que se puede ver en prendas de cuero y jerséis de punto, faldas de seda y de tul, o vestidos de lana de “crochet” y otras telas estructuradas.
En esta nueva colección hay sofisticados vestidos y conjuntos de noche de tonos pastel o empolvados, granate, azul y verde oscuro, rojo y gris, en los que dominan los pliegues y las capas.
Asimismo, se incluyen “looks” de chaqueta y falda con estampados o rayas de colores, abrigos con capa, camisas con cuello tipo babero y algunas transparencias en los vestidos.
Una de las prendas más destacadas fue un vestido rosa en tejido vaporoso de gasa con varias capas y cinturón negro en la cintura para eventos de gala.
Entre las caras conocidas que acudieron al evento se encuentran las actrices Emmy Rossum (“Shameless”) y Christina Ricci, y las modelos Karolina Kurkova y Bella Hadid.
Esta última desfiló para Herrera con un brillante vestido de lentejuelas decorado con motivos de flores azules y amarillas.
Herrera acudió al desfile vestida con una de sus exclusivas camisas blancas (con lazos de gran tamaño en las mangas) y una falda negra, acompañada de una de sus hijas, Patricia Lansing, y su marido, Reinaldo Herrera.
“Quiero que las mujeres se sientan cómodas y naturales (en sus prendas), y eso es realmente complicado”, aseguró Carolina Herrera en declaraciones a los medios en momentos previos al desfile.
Y es que esta nueva colección para otoño/invierno, basada en la “elegancia sosegada”, pretende ofrecer prendas exquisitas “que sientan bien y lucen sin esfuerzo” y, al mismo tiempo, reflejar los códigos de estilo que la diseñadora siempre ha mantenido.
“Carolina Herrera encuentra la serenidad en la belleza más sencilla, siempre fiel a su visión y transmitiendo una idea con seguridad”, señaló la firma en un comunicado.
EFE.