La Asamblea Nacional acordó este martes remitir las acusaciones que recaen sobre Samark López Bello acerca de corrupción en la importación de alimentos, a la misma Comisión Especial que investiga las acusaciones de narcotráfico contra el vicepresidente de la República, Tareck El Issami.
En el seno del Hemiciclo se discutieron las denuncias por sobreprecio y otras irregularidades en la ejecución de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), y también se acordó remitirlas a la Comisión de Contraloría, así como denunciar ante la Defensoría del Pueblo la crisis humanitaria y la violación al derecho a la alimentación que padece el pueblo venezolano.
Para iniciar el debate, el diputado Carlos Paparoni apuntó que en el país hay 350 mil niños que no van a clases porque no tienen qué comer, que tres millones de venezolanos están comiendo de la basura y que López Bello, uno de los principales distribuidores de los Clap mexicanos, “se hace millonario con la importación de alimentos”.
Asimismo, indicó que hay cuatro niveles de corrupción asociados al programa de los Clap, el primero es que por cada caja se está pagando entre 27 y 34 dólares de sobreprecio.
“Cuando revisamos las cajas importadas, con productos mexicanos que se ensamblan en Panamá, por regla internacional tienen una cinta roja y cuando llega ese precinto está violentado, lo que quiere decir que se ha sacado contenido a la caja, Además, en algunos casos se tiene que compra la caja más un kilo de leche”, denunció.
Los otros niveles de corrupción, según Paparoni, están en que las cajas debería costar 2200 bolívares y se ha pagado entre 15 y 16 mil bolívares, mientras que en el mercado el precio ronda los 65 mil bolívares, cuando el Gobierno es el único que tiene acceso a ellas.
El parlamentario indicó que entre los responsables figuran Vladimir Padrino López, como jefe de la Misión Abastecimiento Seguro, Rodolfo Marcos Torres, “quien ha firmado y asignado todos los dólares”, y Freddy Bernal, como jefe de control y mando.
“El Clap es un programa de distribución de alimentos, pero no estamos produciendo alimentos, no podemos distribuir lo que no estamos produciendo. El Gobierno sigue importando alimentos y por cada kilo que viene en esa caja, pudiéramos producir 16 kilos más en Venezuela”, señaló.
Paparoni informó que desde 2016 se ha hecho seguimiento a todos los buques que han llegado al país. “Las 3 millones 612 mil cajas que han llegado solo representan un día y medio del consumo ideal de Venezuela. Es lo único que han importado desde diciembre de 2016 hasta la fecha, pero ha costado 151 millones de dólares, adjudicados a dólar preferencial, cuando el costo real es de 28 millones 900 mil dolares. En tres meses la ganancia ha sido de 122 millones de dolares en sobreprecio, mientras tanto, muere una familia de cuatro personas por consumir yuca amarga porque no tienen para más”.
Por su parte, el diputado Carlos Valero señaló que desde el 2013 la importación de alimentos y medicinas ha disminuido en un 70%. “El Gobierno ha intentado paliar ese déficit con los Clap, que no han servido para nada”.
Valero criticó que aunque el Gobierno ve a la gente urgando en la basura para comer, se empeña en seguir aferrado a un control de cambios que, a su juicio, solo alimenta a la corrupción.
También recordó que uno de los primeros actos de la AN el año pasado, antes de entrar en el “supuesto desacato” fue darle un voto de censura a Marcos Torres y el presidente Nicolás Maduro “lo premió con más dólares y más control cambiario”.
El parlamentario afirmó que hay muchos “empresarios corruptos” como López Bello. “Esos señores no existirían si Maduro, El Aissami y Marco Torres no les dieran herramientas para alimentar la corrupción. Hay un control de cambio que tiene al país devastado y hay aves de carroña que hacen de esa devastación, un festín”.
En ese sentido, Valero exhortó al Gobierno a que abra el canal humanitario, que elimine el control de cambio y que mientras exista la emergencia de abastecimiento, lo dólares que se dediquen a alimentos y medicinas, sean auditados por un organismo que vaya mucho más allá del que rige el control de cambio.
“Hacemos un llamado para que se atienda las necesidades de los venezolanos. El 83% de las familias no tienen la capacidad para alimentarse, peor que Haití. Somos una sociedad empobrecida no por un desastre natural o una guerra, sino porque unos tipos decidieron tener dolar a 10 y robarse lo demás”, afirmó.
La diputada Mariela Magallanes consideró que la corrupción es el “gran cancer” que tienen los venezolanos y que en el país no se necesita una pared de fusilamiento, como en Cuba, “porque el Gobierno mata al pueblo de hambre”.
Asimismo, señaló que cada vez hay más pobres en Venezuela y la familia sufre los embates de la corrupción, “por eso tenemos que seguir denunciando y por eso la importancia de los medios de comunicación que no se hacen cómplices de la presión que el Gobierno genera”.
Por otra parte, el diputado Robert Alcalá criticó la ausencia de la minoría parlamentaria durante la sesión. “Esos diputados no vienen porque abandonaron al pueblo para ocupar cargos de ministros y gobernadores”.
Agregó que se llegó a los Clap gracias las expropiaciones del presidente fallecido Hugo Chávez, medidas que acabaron con el campo venezolano.
“Ese vino aquí a expropiar empresas que hoy en día están quebradas, el único propósito que buscaba era favorecer a los corruptos con la economía de puertos y usó a Elías Jaua para que acabara con el campo venezolano”, expuso.
Mientras que el parlamentario Ismael León denunció la mala calidad de los productos importados que vienen en las cajas de los Clap, así como la corrupción dentro de los consejos comunales.
“Los consejos comunales hacen de la distribución un negocio: ‘yo te voy a vender la cajita, pero me tengo que ganar algo’, la mafia más grande”, declaró.
La diputada María Beatriz Martínez, por su parte, señaló que hay una absoluta violación al derecho fundamental de la alimentación, que no se combate ni se puede solucionar a través de un mecanismo como los Clap.
“La encuesta de condiciones de vida, da cuenta de que por primera vez logramos llegar a una cifra récord en pobreza. Hay un repunte terrible en las muertes de niños y adultos mayores, hay muchísima desnutrición, los niveles son alarmantes y el pueblo venezolano no merece estar viviendo así, tiene derecho a acceder alimentos de calidad sin ningún tipo de mecanismo de distribución, y mucho menos con uno como este que pretende ser vendido como la solución, la panacea”, explicó.
Asimismo, indicó que la corrupción se deja ver en el manejo del diferencial cambiario y del recurso público como se ha venido dando, pues en 2016 habían 25 proyectos de alimentación y solo se ejecutaron ocho, mientras que para este año no existe presupuesto.
“Desde 2016 se le entregó el manejo de todo el sistema a unos militares, sin presupuesto al cual regirse, no dicen cuantos recursos están implementando y eso sirve para que haya nichos de corrupción.
Por último, el diputado Alexis Paparoni denunció que el 19 de enero, la FAO presentó un informe de sistemas alimentarios para América Latina en donde alababa a Venezuela, por alcanzar ciertas metas en materia de erradicación de la desnutrición, pero dicho informe no registra la reducción de la producción y exportación de alimentos. “Es necesario definir quién está mintiendo”.
“En ese informe no aparece ningún análisis ante la diferencia que presenta Venezuela respecto a otros países, ni la reducción en la importación, exportación y producción de alimentos, entonces no hay la menor idea de que hay escasez y malnutrición. Es necesario definir quién esta mintiendo: o nos está mintiendo la FAO o el Gobierno está entregando informes que no se corresponden con la realidad ,y esto tiene que ver con los derechos humanos. Hagamos un llamado a la FAO para que revise esas cifras que le están presentado al mundo”, sentenció.