Pocos detalles han trascendido sobre el contenido de la octogésimo novena edición de los premios Óscar, que tendrá lugar mañana en el Teatro Dolby, de Los Ángeles (EEUU), una gala donde el presentador, Jimmy Kimmel, tratará de imponer su humor entre las actuaciones musicales y las referencias políticas.
Kimmel, tras su experiencia en la pasada edición de los premios Emmy, manifestó que quiere sorprender desde el comienzo de la ceremonia y que en sus planes no figura ningún número musical donde vaya a cantar o bailar, como lo hizo Jimmy Fallon en los Globos de Oro.
Se estima que algunos recursos “marca de la casa” de Kimmel no faltarán a la cita, como la famosa lectura de tuits vejatorios, las bromas del mexicano Guillermo, su “Sancho Panza” particular, y las pullas ofensivas hacia Matt Damon, con el que desde hace años mantiene un feudo hilarante.
La gala, que arrancará el domingo a las 17.30 hora local (01.30 GMT), contará con la presencia de Leonardo DiCaprio, Brie Larson, Mark Rylance y Alicia Vikander, los ganadores del Óscar el año pasado en las categorías de interpretación, para ayudar a desvelar los triunfadores en esta edición.
Entre los intérpretes que también subirán al escenario para hacer entrega de alguna de las estatuillas se encuentran el español Javier Bardem, el mexicano Gael García Bernal, Scarlett Johansson, Charlize Theron, Emma Stone, Samuel L. Jackson, Halle Berry, Dwayne Johnson, Felicity Jones, Shirley MacLaine, Jamie Dornan, Dakota Johnson, Amy Adams, Chris Evans y Kate McKinnon, entre otros.
Además, Warren Beatty y Faye Dunaway, en conmemoración del 50 aniversario del clásico “Bonnie & Clyde”, serán los encargados de anunciar el premio a la mejor película, según fuentes de The Hollywood Reporter.
Pero aunque los Óscar sean la gala por excelencia del cine, habrá de nuevo espacio para las actuaciones musicales en directo de la mano de los candidatos a la mejor canción original.
Justin Timberlake (“Can’t Stop the Feeling”, de “Trolls”), John Legend (“Audition: The Fools Who Dream” y “City of Stars”, de “La La Land”), Lin-Manuel Miranda y Auli’i Cravalho (“How Far I’ll Go”, de “Moana”) y Sting (“The Empty Chair”, de “Jim: The James Foley Story”) pondrán su sello particular y el tono distendido en un evento que podría convertirse en un hervidero político.
Meryl Streep eclipsó los Globos de Oro con sus críticas al presidente de EEUU, Donald Trump, cuyas políticas fueron duramente reprobadas durante los premios del Sindicato de Actores e incluso los Grammy, donde los raperos Tribe Called Quest tiraron un muro abajo y reprocharon al mandatario su “fallido intento” de llevar a cabo “un veto musulmán”.
A buen seguro que los Óscar seguirán esa corriente, algo con lo que cuentan los propios productores de la ceremonia.
“Estoy convencido de que Trump verá la gala”, dijo Jennifer Todd a la revista Vanity Fair.
“La gala no debería ser como una columna de opinión”, agregó su socio Michael De Luca. “No hemos inyectado política a la estructura del show. Los presidentes duran cuatro u ocho años, pero las películas son para siempre. Al final todo recae sobre los ganadores y pueden hacer con sus 45 segundos lo que quieran. Ahí es donde la política puede tener su espacio”, sostuvo.
“Ahí”, recalcó, “y en el humor de Jimmy”.
El musical “La La Land”, de Damien Chazelle, parte como la gran favorita con 14 nominaciones y tiene en sus manos igualar o superar la cifra histórica de 11 estatuillas doradas, una marca en posesión de “Ben-Hur” (1959), “Titanic” (1997) y “The Lord of the Rings: The Return of the King” (2003).
Otras cintas favoritas para la cita son el drama independiente “Moonlight” y la cinta de ciencia ficción “Arrival”, con ocho candidaturas, respectivamente. EFE