Científicos en Estados Unidos han identificado una bacteria que puede controlar la reproducción de algunos invertebrados, como insectos, y frenar la transmisión del virus del zika y el dengue a humanos, según revela un estudio publicado hoy por la revista “Nature”.
El trabajo, desarrollado por la universidades de Vanderbilt (Tennessee) y Yale (Connecticut), describe el uso de la bacteria “Wolbachia”, el parásito más exitoso que se conoce, para frenar en el futuro la transmisión de estos y de otros arbovirus en humanos.
Esta bacteria es capaz de infectar a una gran variedad de invertebrados, como los mosquitos, en los que toma el control de los tejidos reproductivos de las hembras para asegurar su existencia en generaciones posteriores.
La comunidad científica conoce este fenómeno desde hace décadas, pero nunca hasta ahora había logrado detectar los genes específicos que confieren a la “Wolbachia” su capacidad para “secuestrar” la reproducción de sus huéspedes.
Lo consigue, explican los autores en la revista “Nature”, a través de un proceso denominado “incompatibilidad citoplámica” (CI, en inglés), por el que los huevos de las hembras no infectadas no llegan a desarrollarse al ser fertilizados por machos infectados.
Por contra, sí se desarrollan los huevos cuando tanto la hembra como el macho están infectados.
Los expertos identificaron dos genes de la cepa wMel de la “Wolbachia”, denominados “CI factor A” (cifA) y “CI factor B” (cifB), como los causantes de la incompatibilidad citoplásmica, los cuales se localizan en una parte del genoma bacteriano adquirido a partir de los virus.
Constataron que cuando una mosca macho de la fruta (“Drosophila melanogaster”) que ha sido modificada genéticamente para expresar esos genes se aparea con hembras no infectadas, esta produce embriones que mueren y que presentan defectos embrionales similares a los que se observan en ejemplares en estado natural.
Sin embargo, la unión entre machos modificados genéticamente que no están infectados con hembras infectadas con Wolbachia, pero no modificadas, produce embriones viables.
Normalmente, la “Wolbachia” no se encuentra en la “Aedes aegypti”, el mosquito que infecta a los humanos con el zika o el dengue, pero científicos en Australia ya descubrieron hace diez años que al introducir la bacteria en ese tipo de insecto impedía significativamente su propagación en esas poblaciones.
El descubrimiento de estos factores de incompatibilidad citoplásmica, destacan los autores, abre la puerta a las manipulaciones genéticas de las alteraciones reproductivas inducidas por la “Wolbachia” y podría ayudar a controlar la transmisión de arbovirus como el zika y el dengue en seres humanos usando vectores infectados con esta “superbacteria”. EFE