Familias detallaron que para ir al río debieron hacer sacrificios y llevar todo pues no contaban con dinero para comprar siquiera una bolsita de tostones. Vendedores señalaron que fue una temporada en la que se fueron en saldo negativo, reseña El Caroreño.
Carnavales en crisis y en familia se disfrutaron en los destinos municipales según evidenció un recorrido realizado por los balnearios de la zona, donde los entrevistados coincidieron en asegurar que la inflación y escasez no les permitieron viajar a la playa o a la montaña como en temporadas pasadas y optaron por visitar los ríos de Torres.
Los destinos protegidos por Inparques son una vergüenza, recalcó. “Teníamos mucho tiempo que no visitábamos el río y eso es como una zona de guerra, lo que el viento se llevó o algo así. La infraestructura en ruinas. Los baños inservibles, ni los vigilantes aparecen. Por eso nos cambiamos y llegamos a este otro río privado que parece que es el único que sirve por esta zona. Típico lo que toca esa gente (el gobierno) lo destruyen”, lamentó Oscar Montero.