Urnas abiertas, sucias, sin vidrios, oxidadas y con malos olores se aprecian en la parte trasera de la capilla del Cementerio Nuevo al oeste de Barquisimeto, reseña Prensa de Lara.
Supuestamente, el panorama es una consecuencia de lo que realizan algunos familiares de difuntos que, junto con algunos trabajadores independientes del cementerio municipal, sacan los restos de cadáveres para cremarlos y así no regresar al camposanto porque la delincuencia no se aguanta.
Trabajadores del cementerio, que no quisieron ser identificados, informaron que algunos parientes de fieles difuntos “han perdido el pudor” y abren las tumbas para evitar que a los cadáveres les lleven cabezas, ropa y accesorios y así los malhechores consigan algo de dinero. Dicen los hombres que cuando hacen eso no tienen ningún permiso sanitario ni de otro tipo.