Para el dirigente opositor, Alejandro Orozco, el caso de Adrián Solano esconde algo mas profundo que un “ridículo mundial” o la mediocridad puesta de manifiesto, pues a su juicio, “revela y evidencia ante el mundo la destrucción del sistema privado de deportes y el nulo esfuerzo oficial, más allá de las vallas o los comerciantes de TVES”
Nota de Prensa
Orozco recuerda que tradicionalmente ha sido la empresa privada quienes hacen el empeño por apoyar a los deportistas que si tienen talento, más allá de su posición política.
“Empresas Polar ha sido el pionero en apoyar el deporte en el país, pero en 2012 entra en vigencia la Ley Orgánica de Deporte, Actividad Física y Educación Física, la cual tomaba los hasta entonces aportes de responsabilidad social de las empresas y los obligaba a poner bajo el Fondo Nacional del Deporte, administrado por el ejecutivo nacional. El resultado es que los pocos aportes que se hacían a las iniciativas deportivas se desviaron entonces a dicho fondo, pero sumado a la recesión económica anularon todas las donaciones, sin embargo más allá de toda la alharaca dicho fondo del gobierno nunca llego ni se estableció un sistema coherente deportivo”.
Orozco, quién también se desempeña como trabajador social y asesor legal de la Fundación Unidad Deportiva Cristiana Agape (UDCA) denuncia que desde la puesta en efecto de dicha ley los aportes privados para estas iniciativas deportivas disminuyeron progresivamente hasta desaparecer, y sobreviven exclusivamente por donaciones de la iglesia Cristiana.
“La realidad venezolana es que nuestros jóvenes están destinados a la delincuencia, jóvenes con talento deportivo están llenando las cárceles o azotando a las comunidades. Detrás de cada atleta exitoso hay cien mil jóvenes que nunca tuvieron la oportunidad de entrenar o dedicar sus energías en algo constructivo”.
Finalmente, el joven político refiere que hablar del socialismo es hablar de fracaso económico, de un sistema fallido en países como Rusia, Alemania Oriental o Cuba, sin embargo, “esos países eran potencias deportivas lo cual ayudaba a soportar los efectos negativos del hambre tales como la inseguridad pero ya vemos que incluso en eso el modelo del socialismo venezolano es un modelo fallido”.