El presidente Michel Temer desistió de vivir en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de la Presidencia brasileña, y prefirió regresar con su familia al Palacio do Jaburu, la residencia del vicepresidente, por considerarlo más pequeño, familiar y cercano, informaron este miércoles fuentes oficiales, reseñó EFE.
Temer, quien asumió la presidencia brasileña en agosto pasado luego de que el Congreso destituyera a Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente, tan solo ocupó el Palacio de la Alvorada el 18 de febrero de este año luego de que la edificación fuera sometida a una serie de reformas solicitadas por su familia.
El mandatario pidió la instalación de redes de protección para evitar accidentes con su hijo menor, de 7 años, así como la retirada de algunas obras de arte y el cambio de algunos muebles por algunos de preferencia de la primera dama, Marcela Temer.
Pero tras menos de dos semanas de vivir en la residencia oficial de la Presidencia, decidió volver al Palacio do Jaburu, en donde vivía desde 2011 y al que su familia ya está adaptado, informaron hoy voceros de la Presidencia.
Según asesores del jefe de Estado citados por algunos medios, Temer consideró que el Palacio de la Alvorada era muy grande y formal para su familia, y que estaba más distante del Palacio de Planalto, la sede de Gobierno.
Los mismos asesores dijeron que Temer no se adaptó a las grandes dimensiones de la residencia oficial de la Presidencia, ya que las de la residencia de la vicepresidencia son menores y más propias para una familia.
Pese a su decisión, Temer pretende usar el Palacio de la Alvorada para algunos eventos oficiales, reuniones con parlamentarios y citas diplomáticas.
Tanto el Palacio de la Alvorada como el Palacio de Jaburu fueron diseñados por el famoso arquitecto Oscar Niemeyer, autor de las principales edificaciones de Brasilia, y ambos están ubicadas en las márgenes del Lago de Paranoá.