Un grupo de arqueólogos halló en 2007 fragmentos de dos cráneos humanos de hace 105.000–125.000 años en el yacimiento paleolítico de Linjing, ubicado cerca de la ciudad china de Xucháng.
Tras someter los restos a varios análisis, un equipo de científicos ha revelado ahora que los restos pertenecen, probablemente, a ‘denisovanos’, una enigmática especie humana de la que no se sabe casi nada. La investigación fue publicada el pasado 3 de marzo en la revista ‘Science’.
Los denisovanos, también conocidos como ‘hombres de Denísova’, son una especie aún bastante misteriosa para la ciencia. Se sabe que vivieron en Siberia y que, probablemente, proceden de una separación de la rama del árbol genético de la especie humana que dio origen a los neandertales, hecho que sucedió hace 300.000 años.
Los denisovanos deben su nombre a la cueva de Denísova, situada en las Montañas de Altai, en Siberia, lugar donde fueron encontrados los restos y que pudiera servir como refugio a estos homínidos.
En una ocasión anterior, un equipo de científicos ya demostró que el ADN del hueso de un dedo de hace 50.000 años encontrado en aquella cueva contenía una secuencia genética inusual, por lo que concluyeron que se trataba de una forma de humanos antiguos no descritos hasta la fecha.