La selección de Puerto Rico mantuvo su racha triunfal en la cuarta edición del Clásico Mundial de Béisbol al vencer esta noche por 6-5 a la de Estados Unidos en la cuarta jornada del Grupo F y consiguió el pase a las semifinales del torneo, además de mantener el invicto (5-0), reseñó EFE.
El triunfo de Puerto Rico (2-0) significó la eliminación de Venezuela (0-2), que será el próximo rival que tenga mañana, sábado, cuando Estados Unidos (1-1) se enfrente ante República Dominicana (1-1) para decidir quien de los dos acompañará a los boricuas en su viaje a las semifinales que van a disputar a partir del lunes en el Dodger Stadium de Los Angeles.
Puerto Rico, que sufrió en la recta final del partido, decidió la gran victoria en la parte baja de la primera entrada cuando anotó racimo de cuatro carreras contra el abridor de Estados Unidos, Marcus Stroman, y sentenció en el sexto con otro de dos anotaciones tras aprovechar dos errores de la defensiva del equipo de las Barras y las Estrellas.
El triunfador desde el montículo fue el abridor Seth Lugo (2-0), que trabajó cinco entradas y dos tercios para permitir cinco imparables, incluidos dos jonrones solitarios, y le hicieron tres carreras limpias.
El derecho puertorriqueño dio una base por bolas y abanicó a dos bateadores rivales después de realizar 72 lanzamientos y 45 ponerlos en la zona del “strike” ante los 32.463 espectadores que se dieron cita en el Petco Park de San Diego, donde se disputó el partido.
Los relevistas intermedios Alex Claudio y Joseph Colon junto con el cerrador Edwin Diaz se encargaron de completar la ruta que al final estuvo llena de suspense al poner Estados Unidos a un corredor en tercera y dos “outs” en la parte alta de la novena entrada.
Díaz, aunque se llevó el rescate (2) con tres ponches, le quiso dar emoción y drama a otra victoria histórica de Puerto Rico al comenzar su trabajo en el noveno con base por bolas a Nolan Arenado y Eric Hosmer le pegó sencillo.
Luego sacaría el primer “out” con ponche que le recetó a Buster Posey, pero hizo un lanzamiento salvaje para que Arenado y Hosmer se adelantaran hasta tercera y segunda base.
Díaz no perdió la calma y se encargó de sacar el segundo “out”, que fue otro ponche monumental que protagonizó Paul Goldschmidt, pero llegó el segunda base Brandon Crawford, de los Gigantes de San Francisco, y le pegó triple para que Estados Unidos con Arenado y Hosmer se colocasen 6-5 y a las puertas de irse a entradas extras o conseguir la victoria.
A la caja de bateo llegó Josh Harrison, de los Piratas de Pittsburgh, y no pudo ser el héroe de Estados Unidos, porque Díaz, brillante, sacó el tercer “outs” de la entrada y último del partido, también por la vía del ponche, para ser él la gran figura.
El bateo oportuno y productor de Puerto Rico lo encabezó Carlos Correa y Carlos Beltrán, ahora compañeros con los Astros de Houston, que se fueron de 3-2 y 4-2, respectivamente, para anotar e impulsar una carrera cada uno.
La derrota se la quedó Stroman (0-1) que en las cuatro entradas y dos tercios que lanzó fue castigado con ocho imparables, cuatro carreras limpias, dio una base por bolas y retiró a dos bateadores por la vía del ponche después de realizar 77 lanzamientos y 51 los puso en zona del “strike”.
El relevista Mychal Givens le quitó la pelota, pero no pudo hacer su trabajo y sólo sacó el último “out” del quinto episodio, porque en el segundo fue castigado por el bateo oportuno de Puerto Rico que le hicieron responsable de las dos carreras que iban a costar a su equipo la derrota.
El zurdo Andrew Miller, David Robertson y Nate Jones hicieron bien su trabajo, pero la suerte de su equipo ya estaba echada.
La artillería pesada de Puerto Rico no tuvo ningún tipo de consideración con Stroman, que es de origen boricua, al pegarle seis imparables nada más comenzar las acciones para hacerle cuatro carreras limpias que establecieron la tónica de lo que iba a ser luego el resto del partido.
El tercera base Correa siguió encendido y pegó sencillo impulsador al jardín derecho para que Ángel Pagán anotase la primera carrera del racimo de cuatro que consiguió Puerto Rico.
Luego seguiría otro sencillo productor de Beltrán, el veterano toletero que sigue explosivo, y el torpedero Francisco Lindor puso el 2-0 en la pizarra, mientras que el receptor Yadier Molina impulsó a Correa a la registradora con el 3-0.
Todavía faltaba el elevado de sacrificio profundo al jardín izquierdo de Eddie Rosario que permitió a Beltrán llegar también a la goma del plato.
Aunque Estados Unidos reaccionó al inicio de la segunda entrada con la primera carrera, que anotó el tercera base Arenado, de origen cubano-puertorriqueño, con sencillo productor del primera base Hosmer, el daño ya estaba hecho.
Tampoco el cuadrangular solitario que el receptor Posey, de los Gigantes de San Francisco, que pegó en la parte alta de la quinta entrada cambió la historia del partido.
Ni el que le siguió en la parte alta de la sexta, otro bambinazo solitario del jardinero Adams Jones también contra Lugo, porque en la baja surgió de nuevo la gran labor ofensiva de equipo de Puerto Rico que aprovechó al máximo el error de lanzamiento de Arenado desde tercera para que Pagán llegase seguro a segunda.
Mientras que Javier Báez y Rosario anotaban el par de carreras que le daban de nuevo a Puerto Rico la tranquilidad en el marcador y frenaban la racha anotadora de Estados Unidos, que nunca se rindió, pero al final no pudo con la “magia” ganadora de la novena del encanto.