Los cinco principales aspirantes a la presidencia de Francia se enfrentan este lunes en un debate televisivo a un mes de la primera vuelta de unos de los comicios más imprevisibles de la historia reciente de Francia. AFP
Este debate inédito en Francia es una oportunidad crucial de dar un impulso a una carrera presidencial opacada por revelaciones de presuntos desvíos de fondos públicos que salpican tanto al candidato de la derecha, François Fillon, como a la ultraderechista Marine Le Pen.
De acuerdo con las encuestas, Le Pen y el centrista Emmanuel Macron son los dos favoritos para calificarse a la segunda vuelta de las presidenciales del 7 de mayo, con alrededor del 26% de las intenciones de voto cada uno.
Junto a ellos, participarán en el debate Fillon, que perdió su condición de favorito tras ser imputado por desvío de fondos públicos; el socialista Benoît Hamon y el candidato de la izquierda radical Jean-Luc Mélenchon.
Los otros seis candidatos calificados a las presidenciales, pero con pocas posibilidades de ganar, fueron excluidos del debate, lo que provocó protestas.
En un contexto mundial de gran incertidumbre, tras el Brexit y la elección de Donald Trump, los analistas se muestran prudentes sobre el desenlace de estos comicios, sobre todo si se toma en cuenta el importante número de electores indecisos, decepcionados por una campaña opacada por los escándalos.
Con una participación prevista de 65% – muy baja para una primera vuelta – y 40% de electores indecisos, este debate será una oportunidad para convencer a aquellos franceses sin idea clara de por quién votar.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales tendrá lugar el 23 de abril antes de un balotaje previsto el 7 de mayo.