El gobierno de Estados Unidos no envió este martes representante alguno a una audiencia de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para discutir los efectos de los decretos migratorios firmados por el presidente Donald Trump y las dificultades para solicitar asilo en el país, reseñó AFP.
“Lamentamos que el Estado haya decidido no estar presente, porque nos hubiera gustado escuchar sus posiciones”, dijo el presidente de la audiencia, el comisionado peruano Francisco Eguiguren.
Un grupo de ocho entidades no gubernamentales y de defensa de los derechos humanos presentó ante la CIDH un informe sobre el impacto que los nuevos decretos firmados por Trump tienen sobre grupos de inmigrantes, incluyendo efectos que violan compromisos internacionales asumidos por Estados Unidos.
Los efectos de esos decretos resultaron bloqueados por un juez federal, pero el gobierno ya adelantó que apelará de esa decisión y que está dispuesto a llevar la materia, si es necesario, hasta la Corte Suprema.
Jamil Dakwar, de la influyente Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) dijo que la ausencia de la delegación estadounidense en la audiencia “envía un mensaje muy peligroso, porque sugiere que el gobierno no está interesado en respetar sus compromisos en materia de derechos humanos”.
El gesto “muestra una abierta falta de respeto por la comunidad internacional”, añadió.
Otro de los comisionados de la CIDH, el brasileño Paulo Vannuchi, señaló que “la decisión de Estados Unidos de no participar de esta audiencia impide el ejercicio democrático de contraponer visiones y posiciones. Es de lamentar que no estén presentes”.
En este sentido, Eguiguren dijo a la prensa que los comisionados recibieron una comunicación en la noche del lunes sobre la ausencia de Estados Unidos en la audiencia, y que el caso “aún será discutido internamente”.
En un mensaje a AFP, el vocero interino del Departamento de Estado, Mark Toner, dijo que el gobierno no envió representantes a la audiencia porque los decretos migratorios son objeto de una disputa judicial.
“Respetuosamente, no es apropiado que Estados Unidos participe de esas audiencias mientras existe un litigio sobre este asunto en cortes estadounidenses”, señaló el portavoz en su mensaje.
El gesto llamó la atención no solamente por la urgencia del tema tratado sino también porque en general Estados Unidos evita ausentarse de estas audiencias, aún cuando en ocasiones optó por enviar delegaciones técnicas de bajo nivel para escuchar las denuncias.
En la reunión de este martes, las entidades participantes pidieron a la CIDH que presione a Estados Unidos a que rescinda los decretos para que el país pueda “cumplir con sus obligaciones de respetar, proteger y defender los derechos humanos de los inmigrantes, cualquiera sea su situación migratoria”.
Durante la audiencia, la activista Maru Mora Villapando, denunció que “las nuevas políticas nos afectan a todos. Yo soy una indocumentada, pero me niego a vivir en las sombras. Quieren pintarnos a los inmigrantes como criminales”.
En la jornada, la delegación estadounidense también estuvo ausente en otras dos audiencias convocadas por la CIDH en su 161º período de sesiones, en Washington.
La primera se concentró en el caso del peruano de origen japonés Isamu Carlos Shibiyama, quien fue mantenido en un centro de detención en Estados Unidos durante la segunda guerra mundial, cuando apenas tenía 13 años.
Otra audiencia discutió las políticas que impiden el acceso al asilo en Estados Unidos.