El gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles, señaló este lunes que la petición de la Organización de Estados Americanos (OEA) de un proceso de elecciones en Venezuela es apoyada por los venezolanos, y resaltó que para este semestre ya no da tiempo para realizar comicios regionales, reseñó EFE.
“¿Qué queremos nosotros en Venezuela? ¿Qué quiere la OEA? ¿Qué quiere el secretario general de la OEA? ¿Qué quiere la comunidad internacional? Lo que yo les digo ahorita, que haya elecciones”, dijo Capriles, según recoge en audio la Unión Radio, durante un recorrido por la entidad.
El dos veces candidato a la Presidencia de Venezuela aseguró que “está a la vista” que el Gobierno de Nicolás Maduro no quiere elecciones y que, además, las elecciones regionales -pautadas por el Poder Electoral para el primer semestre de 2017- no podrían llevarse a cabo este año “porque no da tiempo”.
“Ya termina marzo, llegamos a abril, no hay ni siquiera cronograma electoral. Está a la vista, obvio, que no quieren elecciones (…). Es imposible que convoquen un proceso electoral como son las elecciones regionales, por los tiempos, por el periodo de postulación, por todo lo que hay que hacer”, acotó.
Asimismo, consideró que el proceso de validación que están realizando los partidos políticos “es una excusa”, e insistió en que el calendario electoral anunciado por el Consejo Nacional Electoral en octubre pasado, en el que se dijo que habrían elecciones regionales el primer semestre de 2017, no se está cumpliendo.
La OEA evaluará esta semana la situación en Venezuela y posibles medidas de presión para que el Gobierno fije un calendario electoral y libere a los políticos presos, algo que ya han pedido 14 países.
Para este martes se convocó una sesión para “considerar la situación en Venezuela”, sin más precisión, mientras que el Gobierno solicitó hoy suspender esa sesión por considerar que la convocatoria hecha a espaldas de Venezuela vulnera las normas del organismo regional.
Por su parte, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, denunció en la sede de la OEA las “graves acciones injerencistas” del secretario general de ese organismo, Luis Almagro, y “una facción minoritaria de países de la región” en contra del Gobierno.