La española Garbiñe Muguruza explicó este lunes que el médico que la atendió en la pista antes de retirarse del Abierto de Miami le indicó que los síntomas que presentaba, con malestar general y mareo, eran propios de un “golpe de calor”, reseñó EFE.
De esta forma, Muguruza fue la primera víctima de este tipo de indisposición en un torneo donde no es extraño que se repitan estas molestias en cada edición, pues hoy se vive una jornada de intenso calor en Miami, con un poderoso sol, 27 grados centígrados y una humedad del 52 %.
Explicó que antes del partido se sentía bien y descartó que se tratase de una intoxicación alimentaria pues cuida mucho lo que come.
El médico le indicó que no tenía fiebre, aunque ella sí sentía que estaba muy caliente, especialmente la cabeza.
La tenista española explicó en rueda de prensa que empezó a sentirse mal al inicio del set, con dolor de cabeza y estómago, y que con el paso de los minutos se fue sintiendo peor y llegó a marearse.
Sin embargo, dijo no haber temido de haberse desmayado sobre la pista, pues ya vivió situaciones similares en el US Open del año pasado y también en el Abierto de Australia.
Ante esta repetición, dijo que deberán averiguar sobre esta posible relación en partidos en los que se combina calor y tensión emocional.
Con un hilo de voz y afectada emocionalmente, explicó que siente “mucha rabia” porque estaba jugando bien y era un partido importante ante una rival de peso.
Con este abandono, la española se queda una vez más en la cuarta ronda en Miami, en la que ya había encallado en tres ocasiones anteriores (2012, 2013 y 2016).
Explicó que en el partido fue de más a menos, especialmente tras el 5-4, y de ese agotamiento físico llegó el empate de su rival, la danesa Caroline Wozniacki.
Ya en el ‘tie break’, la hispano-venezolana perdió los cuatro servicios de los que dispuso y lo perdió por 7-1.
A pesar del malestar que sentía, indicó que si hubiera ganado este parcial hubiera intentado seguir, dada la oportunidad que representaba el partido.