A pesar de las trampas y el abuso de poder del régimen para liquidar a los partidos democráticos, el pueblo venezolano está dando una respuesta contundente. Venciendo el miedo y la violencia, superando los obstáculos del CNE, las organizaciones de la oposición se han revalidado con el respaldo ciudadano.
La dirigencia de lo partidos tiene la oportunidad y la obligación de articular una conducción política que impulse un cambio urgente, con un liderazgo re legitimado que le abra espacios también a nuevos actores políticos y sociales en una verdadera unidad nacional .
La realización de eleciones primarias para escoger candidatos a gobernadores y alcaldes, también fortalecidos, nos permitirá tener una dirección política capaz de liderar las luchas que a diario enfrenta nuestro pueblo contra la escasez de alimentos y medicinas, víctima de una hiperinflacion que nos coloca al borde de un estallido social.
Con líderes en los municipios y en las regiones que con amplitud convoquen a la protesta pero al mismo tiempo construyan con la gente un relato esperanzador capaz de entusiasmar para involucrarnos como sociedad en las tareas que se necesitan completar para salir de la gravísima crisis que atravesamos.
Es necesario también incluir en la confrontación que tiene lugar en el ámbito interno e internacional, con la activación de la aplicación de la carta democrática de la OEA, la apertura de espacios a la negociación politica para lograr, mas allá de los trámites constitucionales y legales, hacer viable un cronograma electoral que facilite una transición lo menos traumática posible. No se le puede pedir mas sacrificios al pueblo.
El objetivo de las negociaciones debe ser la paz y la reconciliación, para lo cual es indispensable la liberación de los presos políticos, la ayuda humanitaria de alimentos y medicinas, así como un pacto por la vida para frenar la violencia.
Ratificamos que la única rebelión deseable es la rebelión de los votos, la rebelión electoral.
Necesaria también es una consulta nacional que garantice la participación masiva y representativa para lograr así un mensaje y un liderazgo de unidad nacional que nos involucre y que con la fuerza de todos, saque a Venezuela del atolladero autocrático del régimen.
Finalmente, negociar no significa impunidad sino dar plena vigencia a la Constitución y a las instituciones, es decir, los males actuales solo se pueden curar con democracia.
@Tablante Oficial