El diario oficial Granma, el más importante de Cuba, publicó hoy un artículo en el que se acusa al senador estadounidense de origen cubano, Marco Rubio, de “chantajear a varios países latinoamericanos con el objetivo de que se sumaran a los ataques contra Venezuela en la OEA”.
En lugar de preocuparse por las “urgentes discusiones que tiene pendientes” en el Congreso de EE.UU., Rubio “hizo un hueco para chantajear a varios países latinoamericanos con el objetivo de que se sumaran a los ataques contra Venezuela en la OEA (Organización de Estados Americanos)”, señala un artículo periódico.
“Dedicado a demoler por todas las vías posibles los puentes que se levantaron entre Washington y La Habana en los últimos años, no es casual que Venezuela sea la otra obsesión del senador por el estado de Florida”, indica el órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, único).
Rubio utiliza su “influyente posición” en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense para “difamar” sobre Venezuela y proponer sanciones “contra el gobierno democráticamente electo de ese país”, señala el texto.
El artículo precisa que el senador “amenazó directamente a los Gobiernos de República Dominicana, El Salvador y Haití” con que su posición en el organismo regional puede tener repercusiones en la asistencia económica asignada por Estados Unidos.
Al diario oficial cubano le resulta “llamativo” que hace apenas un año Rubio recorría EE.UU. “mendigando el apoyo de esos mismos latinos para intentar convertirse en el aspirante republicano a la Casa Blanca”.
“La América Latina digna que ya cuenta con mecanismos de integración propios y los países al sur del Río Bravo que decidieron hace mucho no dejarse chantajear más por la chequera imperial, bien podrían responder la pregunta de Rubio: la OEA no sirve para nada. ¡Ciérrenla!”, concluye el artículo.
Granma publicó este miércoles en portada un comunicado donde la Cancillería cubana señaló la coincidencia “evidente” entre la “actual agitación” de OEA contra Venezuela y la “conjura” que provocó la salida de la isla de ese organismo en 1962, cuando funcionaron “las intensas presiones y chantajes de Estados Unidos”.
Así, el país caribeño reaccionó a la reunión celebrada el pasado martes, en la que no participó Cuba y donde veinte de los 35 Estados miembros de la OEA se comprometieron a concretar una hoja de ruta para “apoyar el funcionamiento a la democracia y el respeto al Estado de Derecho” en Venezuela, pese al rechazo frontal de Caracas.
El propio diario cubano publica hoy en portada un texto en el que la oficialista Central de Trabajadores de Cuba declara su “apoyo incondicional” y “solidaridad militante” a la “respuesta contundente y enérgica” que el pueblo venezolano y su presidente “obrero” Nicolás Maduro dieron al debate de la OEA.
El 14 de marzo, el secretario de la OEA, Luis Almagro, pidió suspender a Venezuela del organismo como última medida de presión para que Maduro convoque elecciones y tras constatar el fracaso de todos los intentos de diálogo.
A falta de una reacción oficial, en Cuba es usual que la prensa estatal publique artículos sobre temas de actualidad, estrategia oficiosa empleada tradicionalmente por las autoridades del país caribeño para mostrar su posición.
Los medios oficiales han lanzado una campaña contra la OEA, con la etiqueta #oeaesacosatanfea en redes sociales, desde que Almagro tuvo un polémico encontronazo con Cuba en febrero pasado tras la negativa de la isla de autorizar su ingreso a La Habana, donde iba a recibir un premio de la disidencia. EFE