Cerca de 400 socorristas buscan por tierra, agua y aire a un número de indeterminado de desaparecidos en la avalancha de tres ríos que arrasó parte de la ciudad colombiana de Mocoa, dejando más de 200 muertos, dijeron este domingo fuentes oficiales, reseñó EFE.
Pese a que no hay un censo completo de desaparecidos, las autoridades trabajan en la búsqueda y rescate de personas de quienes sus familiares no tienen noticias, pero que se presume fueron arrastrados por la riada, explicó a periodistas el director de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), Carlos Iván Márquez.
“Tenemos un reto grande que es el de continuar con la búsqueda de desaparecidos, por eso hay 400 expertos por la cuenca (de los ríos), también estamos apoyándonos por vía aérea con los helicópteros y además un soporte en la parte de Puerto Guzmán y Puerto Limón con unos botes inflables para hacer el trabajo de la manera más efectiva”, dijo el funcionario.
En las calles de Mocoa, hoy convertidas en un mar de piedras gigantescas y lodo tras la avalancha del río Mocoa y sus afluentes Sangoyaco y Mulatos, decenas de personas buscan a familiares y amigos de quienes perdieron el rastro cerca de la medianoche del viernes cuando un diluvio desencadenó el apocalipsis en esta ciudad de unos 45.000 habitantes.
Hay quienes hablan de unos 200 desaparecidos por la avalancha, pero en medio del caos en que se ha convertido Mocoa, nadie confirma esa cifra.
Uno de los que participa en las búsquedas es el teniente Jorge Ome Cedeño, comandante de los bomberos de Timaná, municipio del departamento del Huila, quien trabaja hundido en el lodo en el barrio El Progreso, uno de los más golpeados por la riada.
“Estamos en esa labor de recuperar los cuerpos lo antes posible y darles santa sepultura para que sus familiares puedan descansar de una vez por todas”, afirma a Efe.
El comandante Ome Cedeño explica que en sus protocolos de operación cuentan con que hasta 72 horas después de una tragedia se encuentran personas atrapadas con vida en edificios colapsados, pero “en este caso tiene la particularidad adicional de que hay lodo y agua”, lo que dificulta las tareas de rescate.
Debido a la fuerza de la avalancha, los bomberos instalaron puestos de observación con botes en el río Mocoa a la altura de la vecina localidad de Villagarzón porque creen que muchos de los desaparecidos fueron arrastrados aguas abajo.
“Hay muchos cuerpos que el río va bajando y ya es hora de que éstos empiecen a flotar, por eso tenemos un equipo en ese sector rastreando con botes y lanchas para rescatar esos cuerpos”, dijo a EFE el bombero.