Un puñado de personas identificadas “colectivos de paz y amor”, simpatizantes del Gobierno, arremetieron contra los opositores que marcharon por la autopista hasta la Defensoría del Pueblo en el centro de Caracas, cargando gallinas vivas que dejaron en la puerta de la institución a la que acusaron de “cobarde”.
El odio chavista se hizo sentir con botellas y piedras. El diputado de Primero Justicia, Juan Requesens, resultó herido en la cabeza y su colega José Brito resultó con una costilla fracturada.
18 años de errores se resumen en este terrible presente que vivimos los venezolanos. El odio chavista ante el futuro quedó para la posteridad en estas imágenes de Reuters.