DIOSDADO CABELLO, personaje perteneciente a la “burocracia castrense”, sin pasantía en la vida civil, con desconocimiento absoluto de lo que significa la vivencia de un Estado democrático y social de Derecho, con ejercicio permanente en la dirección política del partido del actual gobierno autoritario que detenta las riendas del poder en Venezuela, acompañado con dos flamantes dirigentes subalternos JORGE RODRÍGUEZ Y FREDDY BERNAL ; también, no menos aficionados al deleite de los gustos que se derivan de la administración pública: se las ingenia para la convocatoria de una marcha, sin contenido de masa, de inconsistente protesta, en defensa de unos magistrados, que usurpando funciones de otros poderes , no tienen otra consideración, cual no sea la del rechazo colectivo, tanto del pueblo venezolano como de otras instituciones democráticas del mundo.
El otrora expresidente de un parlamento, anodino, carente de las bases doctrinarias del principio de la incompatibilidad, a ”viva y escandalosa voz” llega a decir que la actual “Asamblea Nacional, totalmente en desacato, pretende destituir a los Magistrados de la Sala Constitucional del TSJ”. Lo manifiesta públicamente haciendo abstracción, de lo que hoy es una realidad, la cual no es otra: que los venezolanos durante dieciocho años de la permanencia de un gobierno de comportamiento espurio, sin presencia civil determinante, nos encontramos, más que nunca poseídos de plena conciencia de lo que se trama contra la independencia del poder legislativo nacional; y contra la soberanía como derecho irrenunciable, que aplaude y agradece con justeza ciudadana cuando la Fiscal del Ministerio Público , expresa “que las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional, constituyen una ruptura constitucional , llamando a la reflexión para que se tomen caminos democráticos respetando las diferencias”; en el entendido, que no siendo la fiscala una abogada del ejecutivo, debe cumplir la obligación de: “Garantizar en los procesos judiciales el respeto de los derechos y garantías constitucionales , así como los tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos por la República”, la que formando parte del Consejo Moral Republicano, con independencia de otros poderes, es más que idónea para contribuir a “Calificar las faltas graves que hubieren cometido los magistrados o magistradas del TSJ”.
Si la incompatibilidad de los Poderes Públicos, como se tiene entendido, constitucionalmente, es uno de los pasos más importantes en el desarrollo dialectico de nuestra democracia, es evidente que carece de cualidad un Poder Judicial subordino a las directrices de los que los designaron , para impedir que la Asamblea Nacional, poder soberano, independiente, que representa la opinión y la voluntad del pueblo, pueda examinar los actos del gobierno , porque unos señores de elección cuestionada , han tenido el “descarado tupé” de negarle tal posibilidad; por que se impone la arbitrariedad de un advenedizo militar, en este caso: DIOSDADO CABELLO, militante excelso de la llamada revolución bolivariana, quien actuando al margen de la Constitución, situándose en el marco de la vieja política , donde las elecciones se resolvían por la expresa voluntad del Presidente de la República, disponiendo los recursos de la nación, conjurándose con los otros dirigente de su partido, único del regimen, con pretensiones de pertenecía telúrica, y no pudiendo decir, que está seguro del apoyo que tiene, busca refugio en un poder que ejerciente de la justicia, no ha hecho otra cosa que situarse al lado del presidente MADURO, quien gozando de un poder de “ estado de excepción”, se ha convertido en forma autoritaria en legislador e intérprete de la Constitución.
No negamos el agradecimiento, que le tienen los políticos funcionarios del Gobierno a DIOSDADO , hoy, gracias a su merced con cargos en cuatros poderes de los cinco que integran el Poder Público Nacional: Ejecutivo, electoral, judicial y ciudadano; pero llegar al extremo de que tal agradecimiento se constituya en vía expedita para la dominación hegemónica de quienes se desempeñan en tan altas funciones de gobierno, es materializar la presencia de una conducta que contraría las garantías democráticas, menoscaba los derechos humanos, contraria a la Constitución, que le da fuerza al pueblo para desobedecerla y castigarla.
DIOSDADO, conforma junto al presidente MADURO una “Diarquía” de mando, con aspiraciones presidenciales de ostensible reducción de apoyo; que como declaró a José Vicente Rangel hizo uso del recurso de la “Omisión legislativa”, para la designación de los Magistrados del Poder Judicial, así como de los otros que integran el Poder Público Nacional, sin evaluación de las condiciones subjetivas para ello, con el malicioso propósito de la instauración de un gobierno dictatorial, cuya materialización se hace evidente, dado que la concentración de poderes existente que permite la no rendición de cuenta de los funcionarios de la administración pública, el no cumplimiento de los procesos electorales, el retardo de la Sala electoral para dirimir las controversias y la admisión inmoral de un poder electoral que sirve de ventrículo al poder ejecutivo, nos absuelve de pruebas para su constatación.
DIOSDADO, se presenta como “amo y señor de la hacienda pública nacional ”; escoge como escenario el “Círculo militar”, para advertir “que ni con sangre nos sacarán del gobierno” no queremos contradecir a los que dicen que no tiene valor, “dado que el 11 de abril se escondió y que solo el general Bauer dio la cara”; pero eso sí, tampoco se podrá eludir, que llegada la hora del cambio de gobierno por vía constitucional, este personaje del mal no pueda ser enjuiciado, permitiéndole el Estado toda garantía de defensa. ¡Bastante vainas ha echado¡ La no impunidad es la base de la decencia política . abogado, político, presiente del partido URD: