Si el gobierno y la gente del PSUV actuaran con sensatez, lejos de pretender eternizarse en el poder como intentan hacerlo, desconociendo irracionalmente que la permanencia de este régimen es insostenible, entrarían en un proceso de negociación, accediendo a los tres factores condicionantes para superar la crisis política: respetar y acatar las decisiones de la Asamblea Nacional, liberar los presos políticos y concretar un cronograma electoral.
La precaria situación de todos los venezolanos se acrecentará más cada día por la total parálisis del aparato productivo, la carencia de divisas para adquirir bienes en el exterior, la imposibilidad material de conseguir financiamiento externo, aunado todo al descrédito total del gobierno en los diversos escenarios internacionales que otrora conquistó con dádivas y concesiones que ya no son posibles. Todo ello se le convierte en un escenario adverso, mientras se profundiza la grave crisis nacional, adquiriendo visos de irreversibilidad.
Ante esa circunstancia y pretendiendo someter el espíritu libertario de este noble pueblo, apela irracionalmente a la fuerza desmedida para acallar su justificada protesta. Este pueblo, trascendiendo a las organizaciones políticas y gremiales, decidió salir a la calle a recuperar su libertad, su derecho a vivir mejor y a recuperar la paz y el progreso en nuestro país. Ya no hay marcha atrás. El gobierno debe entenderlo así y disponerse a buscar una salida pacífica, electoral, democrática y constitucional, puesto que fue cerrando todas las puestas: el referendo, la mediación internacional, la salida electoral y cada día avanzó más en el desconocimiento de la Constitución, llegando torpemente a dar un zarpazo a la vigencia de la Asamblea Nacional, con las sentencias 156 y 157 de una desacreditada Sala Constitucional del TSJ, quedando entrampado en sus propias torpezas, lo cual lo hace insostenible en el tiempo. Cada día que transcurre crece el rechazo al régimen y nuevos sectores se irán incorporando a las protestas, los cuales no cederán a la brutal represión, único y último recurso para someterlo y cuya valiente respuesta estará acorde al mensaje de la Conferencia Episcopal: “no se puede permanecer pasivos, acobardados ni desesperanzados”…
De igual forma, el rol que vienen cumpliendo diversos factores internacionales, destacando el cumplido por el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, quien valientemente ha adoptado una firme posición en favor de la democracia, al igual que la mayoría de los gobiernos de América y Europa Occidental, le confieren una gran fortaleza a la lucha que viene librando este pueblo, la cual, sin duda, se profundizará hasta alcanzar sus objetivos.
La historia es prolija en circunstancias similares a la nuestra. Siempre termina imponiéndose la férrea voluntad popular y en nuestro caso, no será la excepción. Siempre, quienes pretendieron subyugarlo amparados y abusando de los instrumentos del poder, que una vez ese pueblo les encomendó, terminan sus días en la cárcel o en los estercoleros de la historia. Nadie, ha podido hasta ahora, contra un pueblo decidido!