El director ejecutivo de la aerolínea United, Oscar Muñoz, afirmó hoy que no se volverá a utilizar a policías para sacar a los pasajeros de los aviones en caso de sobreventa de billetes y reiteró su “vergüenza” por el episodio del hombre expulsado por la fuerza este domingo de uno de sus vuelos.
“No vamos poner a un policía a retirarlos del avión. Sacar a un pasajero que ha reservado, pagado y se ha sentado, no podemos hacer eso”, aseguró Muñoz en una entrevista en el programa “Good Morning America” de la cadena ABC.
El ejecutivo indicó que sintió “vergüenza” al ver las imágenes de vídeos que se convirtieron en un fenómeno en las redes sociales y mostraban cómo la policía sacaba de manera violenta a David Dao, que rechazó salir de un avión de United que hacía la ruta de Chicago a Louisville (Kentucky).
Se trató de un “fallo del sistema”, agregó Muñoz, ya que “no ofrecimos a los supervisores y gestores de primera línea los procedimientos adecuados que les habrían permitido usar su sentido común”.
“Este fallo es mío. Tengo que arreglarlo, y creo que es algo que podemos hacer”, subrayó.
La violencia empleada por la policía del aeropuerto O’Hare de Chicago provocó indignación en la opinión pública estadounidense, y rápidamente una petición en internet para pedir la dimisión de Muñoz alcanzó las 50.000 firmas, aunque, por ahora, el ejecutivo de United ha señalado que no piensa dejar el cargo.
La compañía también fue castigada en Wall Street, y sus acciones perdieron en la jornada del martes casi un 1 %, lo que representa una pérdida de valor bursátil de 225 millones de dólares.
Los testigos que se encontraban en el avión afirmaron en redes sociales que la compañía pidió cuatro voluntarios para abandonar el vuelo, después de haberlo abordado con dos horas de retraso, y tomar uno al día siguiente a cambio de 400 dólares y una estancia de una noche en un hotel.
United necesitaba esos asientos para trasladar tripulaciones, pero ningún pasajero aceptó la oferta, y la aumentó a 800 dólares y amenazó con no despegar hasta que cuatro personas se levantaran de su asiento y abandonaran la aeronave, aunque la empresa aseguró en el correo a sus empleados que la compensación era de 1.000 dólares.
Ante esa situación, la empresa seleccionó al azar, mediante una computadora, a los pasajeros que tendrían que salir.
Una pareja se fue a regañadientes, pero David Dao contestó que era un médico y necesitaba ver a sus pacientes el lunes por la mañana.
Tras rechazar ser uno de los voluntarios que la aerolínea pedía, Dao fue apartado a la fuerza de su asiento por un policía y sacado a rastras por el pasillo del avión, un suceso al que incluso reaccionó este martes el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien calificó de “preocupantes” las imágenes del incidente. EFE