Eficacia: El pueblo quiere que se le restituya el acceso a la alimentación, a contar con las medicinas indispensables y a vivir en un Estado de Derecho. Debemos invocar la Constitución para restituir su eficacia. En palabras de Cicerón “Todos ser siervos de la ley para poder ser libres”. Nadie por encima de la ley y la ley igual para todos…
Fascismo: En una democracia la soberanía reside en el pueblo, y como dijo Lincoln “Gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo” y el poder nunca más puede ser absoluto. Las personas tienen derechos previos a toda injerencia del Estado. Cuando un gobierno como el actual se coloca en una situación de total superioridad, la persona humana deja de tener importancia. Un tirano como Musolini lo expresó así “Más allá del Estado, nada humano o espiritual tiene valor alguno”.
El ejemplo: En los últimos días hemos visto como dirigentes de la alternativa democrática han estado al frente de las manifestaciones. La presión es la única vía para lograr el cambio. El año pasado el gobierno se robó el revocatorio, no realizó las elecciones previstas de gobernadores y hasta ahora ni siquiera han convocado, ni las diferidas, ni las de alcaldes y concejales. Después de la catástrofe electoral que sufrieron en las parlamentarias, le tienen pavor a cualquier tipo de comicios.
Horas definitivas: La ola de protestas y los pronunciamientos internacionales de la OEA, el Mercosur, la Unión Europea e importantes países de la comunidad mundial tienen un gran peso. Se exige la convocatoria a elecciones, liberación de los presos políticos, corredor humanitario, reconocimiento del parlamento electo por el pueblo, el cese de la represión y se respeten las libertades públicas y los derechos humanos. Después de dieciocho años el pueblo no aguanta más. Si el gobierno tuviera los pies en la tierra renunciaría en pleno o aceptaría las demandas. El mundo se les viene encima. Hay que dar el todo por el todo.
@OscarArnal