Has escrito sobre Venezuela, sintiéndote obligado a ello como ser humano que eres y alguna preocupación debe acompañarte. En realidad te lo agradezco, porque no es la primera vez que lo haces y en líneas generales (que no militares) he coincidido con tus apreciaciones.
Te he admirado y no creo que eso cambie. Eso espero. Y ello ha sido así desde tu aparición en escena, el beso que en gratitud diste al grande Ismael Rivera por el apoyo que te brindó en la Gran Manzana en tiempos de tu estancia ilegal en el imperio, tu disco “Metiendo mano”, tu condición de abogado, la referencia constante en tus sones a Venezuela y a venezolanos conocidos como Aparicio, Tony Armas, la “Diosa” María Lionza, El Libertador, hasta tengo entendido que has tarareado notas de nuestro Himno Nacional.
Pensé que con tu partido Papa Egoró llegarías a tu destino político, a la posición deseada de gobierno en tu querida patria, Panamá, país hermano absolutamente vinculado a la gesta libertadora de nuestro Simón. Entiendo que tu paso por el Ministerio de Turismo panameño fue positivo.
Y para más señas, tu concierto junto a Willie Colón, por allá en el año 81 del siglo pasado, en el estadio Venezuela en mi Barcelonatal (Anzoátegui, Venezuela). De modo que sé de tu pasado artístico algo y de tu vida suficientemente difundida por distintos medios.
De tu escrito intitulado “Sobre los recientes sucesos en Venezuela”, me detendré –en primer lugar- en el párrafo que a la letra dice:
“La Oposición debe confirmarle al país que sus intenciones no son las de volver al anterior y superado estado de cosas, con el simple propósito de aprovecharse del poder”.
En este sentido quiero que sepas, que la oposición democrática venezolana, se halla reunida en la Mesa de la Unidad, MUD por sus siglas, instancia política que reúne a los partidos legalmente establecidos y recientemente re-validados por imposición oficial y otros grupos de ciudadanos interesados, no solo en lo electoral, que es más que válido en un sistema democrático, sino también en promover y presentar alternativas en distintas ocasiones y en disímiles procedimientos, para darle a la sufrida Venezuela una salida pacífica, constitucional, electoral y democrática.
Prueba de ello fue la victoria del pasado diciembre de 2015, cuando por abrumadora mayoría la oposición se hizo de un extraordinario triunfo, que ahora se ha visto mediatizada por la acción y los abusos de la barbarie chavista empoderada, que no solo se niega a aceptar el severo revés, sino que entorpece con triquiñuelas y trapisondas el ejercicio de las atribuciones que por las Constitución y por ley, tiene asignadas la Asamblea Nacional de mi país.
De modo que la oposición pudo –quedó demostrado- llegar con su mensaje al electorado y hacerse en buena lid de la mayoría de las curules asamblearias. Dicho sea de paso, si de aprovecharse del poder se trata, al punto de cometer delito contra el patrimonio nacional, las libertades públicas e individuales y la propiedad privada, el gobierno chavista exhibe un record groseramente halagador, que hasta connotados funcionarios y allegados, aparecen muy orondos en los célebres “Pánama Papers”.
Poeta Blades, el hombre moderado es el verdadero dueño de sí mismo y el más apto para evitar que las pasiones se impongan sobre la razón. No se requiere de mucho talento o filosofía para comprender cuando un hombre es falso o hipócrita, y Venezuela, desgraciadamente, ha sabido desenmascarar a muchos de sus líderes, que infieles a sus promesas, sólo han vivido su egoísmo.
Y el otro párrafo de tus notas que me ha llamado la atención, es el que sigue:
“Con igual respeto, solicitamos a los políticos de la oposición partidista que actúen con la debida responsabilidad cívica y humana, que no originen actos de violencia y que resistan la tentación de llegar al poder a cualquier costo. La polarización que hoy existe solo sería continuada y sustentada”.
Pues bien, insisto, la oposición ha venido dando tumbos en la dirección correcta, como dice un apreciado historiador venezolano, y en eso no ha sido fácil el recorrido. El camino andado y el que falta lucen procelosos, porque en Venezuela no se gobierna, se manda. He allí el resultado siniestro, las desgraciadas consecuencias de haber elegido a un desquiciado milico golpista, mediocre, resentido y delirante, que en mala hora no solo sembró el odio social, sino que también encarnó la suma de todos los defectos del venezolano.
Para que esa siniestra realidad no siga, la Oposición de mi país ha venido actuando en forma cívica, civil y civilista, con empeño y responsabilidad, y desde luego, con firme convicción humanista. Ha sido el des-gobierno que se ha negado –entre otras atrocidades cometidas- a dar apertura a un canal humanitario que permita la entrada al país de alimentos y medicinas. El mismo que mantiene presos políticos, desconoce a la Asamblea, se niega a convocar a elecciones, todo lo cual con fundamento en un tribunal supremo de justicia y una fuerzas armadas a su servicio. (minúsculas ex profeso).
No es la Oposición de mi país que convoca ni promueve la violencia. Basta ver el lenguaje incendiario que proviene del poder, plagado de ideas explosivas y planes diabólicos. ¿Acaso desconoces que el ch …abismo que desgobierna en mi país ha armado a los mal llamados colectivos? Estos no son otra cosa que grupos de exterminio, bandas hamponiles, asociaciones para delinquir, desalmadas y con impunidad garantizada.
La Oposición de mi país ha promovido elecciones, referendo revocatorio, enmienda constitucional, es decir, toda fórmula constitucional existente. Eso no es delito, de manera que no se trata de “llegar al poder a cualquier costo”. Son vías previstas en el ordenamiento jurídico venezolano, no solo para un cambio de gobierno en paz y en libertad, sino para darle al país un giro en su conducción política, social y económica.
No exculparé a la Oposición de mi país de la polarización que señalas en tu escrito, pero es evidente que la mayor culpa, la responsabilidad y el dolo (mala intención) la lleva el ch …abismo que quiere gobernar a todo trance.
Hoy mi país es una gran sala con muchas esperanzas, y a ti te doy las gracias por expresarte en la frase “por el bien de todos los venezolanos y el futuro de ese noble país, esperamos que esa voluntad se produzca”.
Hay que continuar civilizando la política como todas las actividades humanas, como el deporte, el amor o la cortesía. Y por mi parte, confío plenamente en la Mesa de la Unidad Democrática de mi país, desde su nacimiento.
De Venezuela para Panamá, y a ti, nuestro respetuoso afecto. Y como tú bien dices: “la patria no la definen los que suprimen a un pueblo”.
Jesús Peñalver