La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, calificó hoy de “triunfo contra el intervencionismo” la reunión extraordinaria de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrada en El Salvador, pese a que esta no emitió una declaración por la ausencia de siete países.
EFE
“Hoy es un día de triunfo y de victoria para el derecho internacional, para la soberanía de Venezuela” por este encuentro “inspirado por la independencia y respeto entre estados soberanos”, dijo Rodríguez en conferencia de prensa al cierre del cónclave del organismo regional.
Rodríguez señaló que el “apoyo mayoritario fue para el dialogo en Venezuela y se han rechazado las expresiones de violencia que hemos visto en los últimos días”, a su juicio por la oposición, “que se resiste al acatamiento del estado de derecho”.
La reunión no tendrá una resolución concreta respecto al clima de violencia que vive Venezuela, debido a la ausencia de representantes de 7 de los 33 países que integran ese cónclave: Bahamas, Barbados, Brasil, México, Paraguay, Perú y Trinidad y Tobago, explicó este martes en conferencia de prensa el canciller salvadoreño, Hugo Martínez.
Sin embargo, la canciller recalcó que la reunión fue una “derrota contra el intervencionismo” y “una condena” contra el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, “que está destruyendo la OEA”.
La solicitud venezolana de la reunión de la Celac surgió inmediatamente después de que 19 países pidieran en la OEA una cita de cancilleres para abordar la situación del país suramericano, a lo que el Gobierno de Nicolás Maduro reaccionó con el anuncio de que Venezuela abandonará ese organismo hemisférico, un trámite que le tomará al menos dos años.
El embajador de Venezuela en la OEA, Samuel Moncada, admitió la semana pasada que su Gobierno prefiere debatir la situación del país en la Celac porque a diferencia de la OEA esta alianza no tiene mecanismo de sanciones.
La Celac, una de los organizaciones regionales impulsadas por el predecesor de Maduro, Hugo Chávez, es un organismo en el que, a diferencia de la OEA, no están EE.UU. ni Canadá, dos de los países más críticos con el chavismo, y sí está Cuba, un histórico aliado.
El secretario general de la OEA, una de las voces internacionales más críticas con Maduro, ha presionado junto con otros 19 países del organismo para que el Gobierno venezolano convoque a elecciones, respete la separación de poderes, libere a los políticos presos y atienda la crisis de alimentos y medicinas.
La crisis política y economía del país caribeño se acentuó con una ola de manifestaciones antigubernamentales y hechos violentos que han dejado, al menos, un saldo oficial de 29 muertos, más de 500 lesionados y más de un millar de detenidos en las últimas semanas.
El Gobierno venezolano ha acusado a sus opositores de promover la violencia que ha causado estas muertes, varias de ellas en manifestaciones oficialistas u opositoras, provocadas por civiles armados.
La oposición, por su lado, responsabiliza a paramilitares armados por el Gobierno de provocar las muertes, incluso de personas que no participaban en las protestas.
Las manifestaciones se iniciaron hace cuatro semanas luego de que el Tribunal Supremo venezolano dictara una sentencia con la que asumía las funciones del Parlamento, el único poder controlado por la oposición, y, aunque ese fallo fue revertido parcialmente dos días después, los opositores insisten en denunciar la ruptura del orden constitucional.
En las últimas cuatro semanas las manifestaciones para pedir elecciones se han replicado en varias ciudades del país, afectado por una crisis económica que se traduce en la persistente y fuerte escasez de alimentos y medicinas.