Al menos 48 negocios fueron atacados y robados en Valencia #2May

Al menos 48 negocios fueron atacados y robados en Valencia #2May

Valencia
Valencia tras robo el día 2 de mayo.

 

Desconsuelo. Eso es lo que refleja la mirada de Jimmy Zen. Él solo observa cada espacio de su negocio destruido por el vandalismo la tarde del martes. No sabe qué responder al cálculo de la pérdida económica mientras personas que caminan por el lugar aún revisan entre lo poco que quedó tirado frente a su confitería, uno de los 48 locales violentados en la Gran Valencia durante los hechos delictivos de este 2 de mayo. Así lo reseña el-carabobeno.com

Sacó cuentas rápidas y concluyó que perdió más de 10 millones de bolívares entre las cámaras de seguridad, televisores, máquinas fiscales de facturación y la mercancía de su negocio ubicado en la avenida Universidad de Naguanagua. El balance de la Cámara de Comercio de Valencia indica que extraoficialmente los establecimientos afectados no fueron solo de comida. “También hubo zapaterías, tiendas de ropa y de electrodomésticos. Eso quiere decir que no fue por hambre, sino por vandalismo”, aseguró Guillermo Manosalva, presidente de la institución gremial.

Se trata de una acción que “parece bien coordinada por grupos de Valencia, Naguanagua, Libertador y Los Guayos”. Esos fueron los municipios más perjudicados.

También hubo reportes de la sustracción ilegal de mercancía en una comercializadora de cauchos, fábrica de embutidos, licorerías, carnicerías, tiendas de repuestos, panaderías, quincallas y supermercados.

Los comerciantes denunciaron que mientras ayer la Policía de Carabobo y la GNB reprimia los manifestantes de la concentración positora, mientras sus negocios estaban siendo robados.

La actividad comercial amaneció paralizada este martes en más de 80% luego de los actos vandálicos perpetrados en la cuidad.

Recuperarse no será fácil. Alberto Wu es propietario de un abasto en la avenida 190 de Naguanagua que también fue violentado. “Se llevaron hasta las neveras”. Él no sabe cómo hará para reinvertirse. Lo que le corresponde por concepto de seguro ya es un monto devaluado. Su familia y la de sus nueve trabajadores se quedaron sin su sustento.

Zen ya tiene una decisión tomada: “Me tendré que ir del país”. Él y su socio nunca olvidarán este 2 de mayo, cuando no pudieron abrir su negocio por las amenazas que se materializaron horas después y que le hizo perder el trabajo de las de 10 años de esfuerzo.

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