La dirigente de Vente Venezuela, María Corina Machado, participó de una videoconferencia con políticos argentinos y venezolanos exiliados en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI), reseña Infobae / Fernanda Kobelinsky.
Durante su intervención planteó una hoja de ruta para la transición en Venezuela.
Además, afirmó que en la actualidad hay condiciones que nunca se habían dado para llegar al cambio. Lo primero que hay que hacer, enumeró, es escalar y mantener la presión, con el desafío que eso implica “por el terror a la represión”.
“Luego debemos lograr que las FFAA se desalineen y bajen las armas”, prosiguió y dijo que los militares están “muy desgastados física y moralmente”. Según la opositora, reciben en la calle el desprecio de la sociedad, “pero también se lo reclaman en sus casa”.
Además, pidió un pacto político para la transición que sea inclusivo y que otorgue garantías a los sectores democráticos del oficialismo. Y finalmente se llegaría a un gobierno de unidad y reconstrucción nacional que convoque a elecciones.
En su diagnóstico sobre la situación actual, advirtió que la debacle que viven económica y socialmente “no fue sólo producto de ineficiencia y la corrupción, sino que fue un plan premeditado”. “Han arremetido contra las universidades, los sindicatos, los medios y la estructura productiva. Buscan hacer a los venezolanos dependientes del Estado. Quieren que vivamos en la miseria, con la mano extendida suplicando comida sin tiempo ni fuerza para luchar por la libertad”.
Sin embargo, Machado aseguró que en poco tiempo se verá a Venezuela “emerger de la ruina”. Para eso, afirmó, es fundamental una reunión urgente de cancilleres de la OEA “porque hay que enviar mensajes a quienes pueden apuntalar al régimen, como China, Rusia y Cuba”
De hecho, la ex diputada es optimista por el cambio de la posición de la comunidad internacional. Es que, según explicó, el régimen “hoy está aislado de todo lo decente y democrático del mundo”. Enumeró como fundamental los cambios de gobierno en Brasil, Argentina y Perú. Así como el de la política exterior de EEUU con Donald Trump y, sobre todo, la asunción del uruguayo Luis Almagro al frente de la OEA. “Su valentía fue una sorpresa”, apuntó.
La opositora aseguró que el régimen dejó de ser un proyecto político para convertirse en una organización criminal. Repitió varias veces el carácter mafioso del chavismo: “Por eso vemos la radicalización, porque quienes toman la decisiones están conscientes de los delitos que han cometido y por eso quieren permanecer en el poder a cualquier costo”.
Aún en este contexto, hay espacio para el optimismo: “Hoy hay un país unido y desarmado. Aquí no hay una guerra civil, esto es una guerra del régimen contra la población civil, pero yo tengo confianza en los venezolanos”.