No entraba al Palacio Presidencial desde que Pedro Carmona juró sobre una Biblia. Y no faltará quien inquiera ¿qué hacía un liberal allí y quienes te acompañaron ese lunes?
A ver: En esta oportunidad visité Miraflores atendiendo la invitación por parte de un Gobierno agobiado por las protestas y por la aplicación de un esquema similar al de las llamadas “revoluciones de colores”, como el utilizado para derrocar gobiernos en la antigua Yugoslavia, en Ucrania y en Libia.
Es obvio que Nicolás Maduro, buscando aire, opta por invitar a dialogar a partidos y movimientos políticos de la oposición, a guisa de explicar motivos y mecanismos de la Constituyente. El tema principal era la paz que todos quieren pero que no se ve por ningún lado. Buen ardit, pero nada seguro. Pero también fue una buena oportunidad para exponer nuestros puntos de vista que no son los del Gobierno pero tampoco los de la Mud.
Asistir a Miraflores implicó ser firmes: Hubo que hacer oídos sordos ante una canalla hipócrita, politiquera, manipuladora y corrupta, que vendió cual “razón” de chismosa, haciendo uso y abuso de los medios que le sirven de trampolín, una conseja según la cual asistir a la invitación de la Comisión que organiza una futura Constituyente era una especie de “traición”. Dado que con quienes trasmitieron la conseja no hemos firmado pactos mafiosos… eso de la “traición” lo dejamos para la letra de un bolero.
Fuimos a Miraflores, hablamos todos los opositores participantes, porque éramos 17 organizaciones, nadie recuerdo que haya dicho nada indecoroso y punto.
La ocasión sirvió para que sin destemplanzas el grupo liberal que representé en la reunión, le dijera a los miembros de la Comisión Constituyente que si bien la paz y el diálogo son objetivos importantes, creemos que el Gobierno más bien que reformar la CRBV a juicio nuestro busca ganar tiempo, haciendo uso como corresponde a políticos mañosos, del artículo 347 de la CRBV que permite llamar a Constituyente, si y solo si, se cumplen algunos requisitos como que la Constitución que salga del proceso que aceleradamente comienza, si llegamos a ello porque la Mud en el exterior negocia marchas por Constituyente, tenga al final que ser refrendada por el voto del Soberano. Eso había que decirlo y no íbamos a perder la ocasión.
También dije que es nuestra sociedad quien irrespeta hasta los semáforos pero no por ello cabe añadir otro artículo a la ya larga CRBV o hacer una nueva Constitución… en la ingenua esperanza de que así mejore el flujo vehicular y de peatones.
Pero en la reunión, para mi sorpresa, estuvieron presentes partidos que se definen socialistas, algunos dijeron ser “revolucionarios” aunque en realidad ese calificativo mejor nos corresponde a quienes nadamos contra la corriente estatista que ha permitido haciendo uso de cualquiera de la muchas constituciones que hemos tenido, el despilfarro, en dos ocasiones, de las mayores oportunidades para desarrollarse que jamás tuvo nación alguna al sur del río Grande.
Con esas compañías de opositores “revolucionarios” o “socialistas” me tocó casi en solitario –junto al partido Ecologista- explicar cómo podríamos, cambiando de sistema, lo cual implica cambiar de Constitución, pasar del actual estado de empobrecimiento y miseria… a un creciente enriquecimiento material y moral de nuestra sociedad… cambiando sistema y régimen… del actual que es en exceso estatista, presidencialista, socialista y centralista… a uno capitalista de libre competencia… sin monopolios, regaladitos clientelares o abusos empresariales.
Como no creemos en golpes de estado benéficos, eso se lo dejamos los libertarios a quienes confunden la política con jugar al kino concluimos que el objetivo patriótico de hacer del capitalismo un sueño popular solo se puede lograr en paz… mediante una Constituyente.
Recortando señalo que de parte nuestra les explicamos a los miembros de la Comisión que nuestra meta sería elaborar una Constitución moderna, post petrolera, de 20 o 30 artículos para que la gente la comprenda, sin tener que añadir un nuevo artículo entre 500 o 1000 que saldrían de una Constituyente donde no se debatan estos temas, como realmente fue la de 1999, digamos para soñar con que todo infractor, de un semáforo… tenga su celda limpia, donde no se le deba pagar a nadie para que no lo violen, dormir o comer.
Ante la propuesta oficialista de constitucionalizar las misiones ironicé, a manera de chanza, recordandole a los presentes que hay más usuarios de busetas, farmacias o panaderías… que los beneficiarios de apartamentos entregados por el gobierno… pero que no por eso sería sensato añadir tan honorable clientela a los constituyentes.
Con el populismo no tuve clemencia.
La paz que plantea Maduro es una oferta engañosa en tanto esa meta es imposible con la Constitución de Chávez –y con ninguna anterior- pero tampoco lo será reformando la CRBV para hacerla peor… por eso una Constituyente es cosa seria.
Frente a ministros, embajadores, la primera dama y un vicealmirante, exigí elección de constituyentes libre, secreta, universal, que todos voten una sola vez y que cada diputado represente en cuanto se pueda el mismo número de electores… solo por decir eso valía la pena mandar al cipote a la canalla hipócrita de los santones de la Mud… que hoy señalan la .Constituyente como ilegal… pero mañana los veremos inscribir ante la señora Lucena… sus nombres para ser elegidos. Miseria humana.