El joven músico venezolano, Wuilly Moisés Arteaga, a quienes muchos ya llaman el #ViolinistaLibertario se ha vuelto todo un ícono de la protesta venezolana, tanto a nivel nacional como internacional, por su peculiaridad de embestir la represión del régimen chavista, equipado con la madre de todas las armas, su violín.
Nota de prensa
Hoy a primera hora de la mañana colgó en su cuenta de Twitter @WuillyArteaga un video con una canción que tocó en compañía de sus amigos Hazel Pinto Reyes en el Clarinete y el cantante Antonio Galíndez, en homenaje a las Madres venezolanas que han perdido a sus hijos en las marchas por la búsqueda de la libertad del pueblo venezolano, registradas en todo el país a lo largo de estos 44 días de protestas. La canción fue escrita por Miguel Castillo, otro de sus amigos.
Horas más tarde ya se encontraba incorporado a las marchas en las calles de Caracas, acompañando a las madres en la protesta. Wuilly ha servido de fuente de inspiración para muchos estudiantes venezolanos, pues a pesar de la brutal represión por parte de los cuerpos de seguridad del estado, entre gases lacrimógenos, no se ha detenido de acompañar a los jóvenes, entonando el himno nacional, Pajarillo y el Alma Llanera con su violín. El prestigiosísimo diario estadounidense “The Washington Post” reseñó su labor como un “verdadero ejemplo del realismo mágico”. Otros la han comparado con las escenas dramáticas de The Pianist” o del “Titanic”.
En entrevista exclusiva para La Patilla, cuando le preguntamos el porqué de su forma tan particular de protestar frente a la dictadura, respondió:
“Porque conozco de base que el sonido de la música crea un ambiente de esperanza y no de violencia, anima y fortalece el alma, recordando a quien la escucha en las protestas, su razón principal por la cual debe mantenerse firme hasta lograr que nuestra Venezuela sea libre, soberana y alegre como es su música.”
¿Qué mensaje le da a la juventud venezolana en estos momentos en que el país vive uno de los mayores retos de su historia política?
“Durante muchos años se nos ha engañado. Todas las promesas por una mejor Venezuela, resultaron falsas. Desaparecieron los enormes recursos e ingresos económicos del país y sin creer que eso era poco, nos han endeudado como jamás y nunca este país había sido endeudado. Y eso no es lo peor, nos dividieron injustamente y nos arrinconaron contra la pared, simplemente por pensar distinto. La juventud, con su visión de futuro debe seguir defendiendo sus ideales y en consecuencia conquistar la plena libertad como único camino para una democracia sin manchas. Y es por eso que debemos usar responsablemente las herramientas que nos permiten unirnos como venezolanos, pues juntos es que podremos reconstruir, no a precio de sangre, sino con mensajes de esperanza la nueva historia de Venezuela.”