Lapatilla
Esta semana Maduro anunció las bases comiciales para la elección de los diputados a su adorada Asamblea Nacional Prostituyente, una iniciativa completamente institucional en la que viola flagrantemente los artículos 347 y 348 de nuestra Carta Magna, en la que deciden cambiar el significado de iniciativa por convocatoria para eliminar el referendo consultivo, necesario para poder hacer una modificación de esta magnitud.
Pero donde radica el verdadero irrespeto a la Constitución y al derecho de los venezolanos a elegir de forma universal, directa y secreta a nuestros representantes radica en las Bases Comiciales, de los que sólo podremos explicar el proceso de elección de los 364 constituyentes regionales, pues el padrón electoral de los 8 constituyentes indígenas y 168 sectoriales debe aún ser constituido por el Ejecutivo Nacional.
De acuerdo a lo divulgado en las bases comiciales cada municipio tendrá un diputado constituyente, sin importar la densidad poblacional, es decir que del Estado Carabobo Naguanagua, que tiene más de 150 mil habitantes, tendrá la misma representación en la Constituyente que el Municipio Montalbán, del mismo estado, que no alcanza a los 25 mil habitantes.
Además el loco de Miraflores propone que los municipios capitales de estados elijan 2 asambleístas, pero como se sabe que los centros urbanos es donde la dictadura está en notoria desventaja, en estos casos la elección será por lista, garantizando así, en la mayoría de los casos al menos 1 de los 2 candidatos, pues nos obliga a duplicar los votos del PSUV para poder conseguirlos.
De esta forma queda clara la trampa de la dictadura, en la que llama a unas elecciones hechas a su medida, con la que si se repitieran los resultados de las elecciones de 2015, donde conseguimos la mayoría de la Asamblea Nacional, bajo estas condiciones la dictadura conseguiría el 55% de los constituyentes territoriales y nosotros con el 45% restante. Sin tomar en cuenta las otras trampas que emplearán para la elección de los asambleístas sectoriales.
Pero no debemos confundirnos, a pesar de que con esta nueva arremetida de la dictadura parece haber agarrado un aire, y recuperar fuerzas es una jugada desesperada parecida a las empleadas en póker cuando las cartas que tienes en la mano son muy malas pero no te queda más que redoblar la apuesta para ver si el contrincante se retira y no se pierde todo esa ronda. Es el momentos de demostrar que aquí nadie se arrodilla ante los atropellos de la dictadura, sino muy por el contrario es de ahí que Así que queda prohibido cansarse, está prohibido rendirse, porque ya estamos muy cerca de conquistar la libertad de Venezuela.
Aarón Rodríguez Moro – @RodriguezAaron