Este Gobierno está boqueando, está en su último aliento, no tengo dudas de su impopularidad, falta de divisas, ingobernabilidad y desesperación por mantenerse un rato más para raspar la olla. En la comunidad internacional solo cuenta con Irán y Rusia; por supuesto los agentes de Castro moviendo su tablero en el mundo y en Venezuela siguen torturando, persiguiendo y matando para defender más de 100 millones de dólares mensuales que reciben del saqueo rojo.
En este contexto, el Inquilino de Miraflores se presentó ayer al CNE a entregar las bases comiciales de eso que él llama eufemísticamente “Constituyente”; una vulgar trampa inconsulta a la nación, que pretende usurpar la soberanía popular expresada literalmente en el Art. 5 y otros de nuestra Constitución. Ese organismo servil de la dictadura de Maduro se cansó de manguarear con los pasos del referendo revocatorio, salió ayer con la velocidad de un juez sobornado a anunciar: ANC en julio y regionales en diciembre. Es un acto de inmoralidad cuyo término no debo usar en este espacio. Es doloroso tener la paciencia de escuchar cómo se burlan de 55 muertos, 1000 heridos, 1329 víctimas de delitos y 284 presos, las comadrejas de un ente comicial con aroma a aguas servidas.
La trampa se ve clarita, en julio la ANC delictiva, la declaran plenipotenciaria y se lleva en los cachos a las fulanas regionales, causal de emoción de más de un mediocre encandilado… viva el castellano por ser tan amplio.
Al Bucaram venezolano se le olvida que él juro cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes, por lo cual usurpar la soberanía popular pasa a ser un acto delictivo que les será demandado a él y a toda su pandilla de saqueadores de la República.
Entre la precaria democracia y los alaridos ideológicos de una elite en sus últimos estertores. La dirigencia democrática está obligada a presentar una ruta para la transición. Ese debate ya lo iniciamos en el Movimiento Progresista de Venezuela (MPV) para presentarlo en la MUD y a la sociedad civil; son un aporte para el debate de la Nueva Venezuela.
Hay que seguir en la calle dando la lucha por el cambio, pero es inaplazable un plan de emergencia para los primeros 180 días del gobierno de transición, un programa de medidas políticas y económicas, el frente de apoyo solidario e internacional en un marco humanitario de la mano de la Cruz Roja Internacional.
Hace falta evaluar y auditar PDVSA, para levantarla en un esfuerzo de todos. En ese marco apagar la conseja de que no vamos a entendernos con las Fuerzas Armadas.
En síntesis, las naciones no se suicidan y Venezuela se levantara con el esfuerzo unitario de sus hijos.
@joseluispirelar
Diputado a la Asamblea Nacional por San Francisco-Zulia