Un fuego que alimenta la esperanza. Miles de manos dispuestas a servir. Un mensaje que se multiplica a lo largo y ancho de Venezuela: El Evangelio Cambia. Esta vez el pastor Javier Bertucci llegó con un gran voluntariado a Maracaibo donde se repartieron más de 220.000 platos de sopa.
Nota de prensa
“Sabemos que un plato de sopa no acabará con el problema de alimentación, pero si siembra esperanza”, dijo el pastor antes de comenzar el recorrido por el sitio donde se dispuso toda la jornada que abarcó asesoría legal, medicina general, peluquería, entre otros servicios.
El pastor reflejó en sus palabras lo que sus acciones realizan, trabajar por lo que considera lo realmente importante del país. “Venezuela no es un pedazo de tierra, es su gente, esa que tiene sueños a la que yo deseo llevar un mensaje de esperanza, de amor de cambio. La Venezuela conflictiva en la que estamos no es la que yo sueño para mis hijos”, dijo antes de mostrarse complacido por el gran apoyo que recibió de parte de entes como la alcaldesa Eveling Trejo de Rosales a través de las clínicas móviles de Salud Maracaibo y de la clínica La Sagrada Familia.
Trejo catalogó de maravillosa esta actividad y dijo que “aquí se manifiesta el amor de Dios, a Él doy gracias porque el pastor Javier Bertucci escogió a Maracaibo para hacer esta jornada donde la gente se lleva un plato de sopa, pero además se lleva el mensaje de esperanza del amor de Dios”.
“En esta jornada se realizaron más de dos mil vacunaciones, cientos de citologías, despistajes de cáncer de mamas, se entregaron citas para despistaje de cáncer prostático, se realizaron limpiezas extracciones dentales, todo de manera gratuita”, apuntó Bertucci.
Pero los más pequeños también disfrutaron de este mensaje de amor que los apartó de su día a día a través de los pintacaritas, los inflables y las áreas de pintura. La sonrisa volvió a su rostro, eran niños otra vez y hacían que los adultos que estaban a su lado se contagiaran de esa energía que solo es posible multiplicarse con la presencia de Dios.
Para el pastor que sirvió de anfitrión en la actividad Gustavo Valbuena, la misma tuvo una significación especial, “servir a la gente en esta magnitud es algo que no habíamos hecho hasta ahora y fue todo un reto que se lograra, y que además se hiciera en una zona donde la necesidad es evidente, es algo que nos permite decir que vamos en la dirección correcta, tal y como nos pide Dios en el evangelio”.
Ante la pregunta de si este mensaje de esperanza puede ayudar a cambiar Bertucci no dudó en responder que “Desde hace mucho tiempo estoy trabajando para lograr un cambio, comencé desde lo más pequeño a lo largo de los años hemos podido tocar corazones con un mensaje. No estamos para sectorizar grupos sino para ver una Venezuela unida, por medio del mensaje y la persona de Jesús. ¡Nos cansamos del discurso que ofende y divide a los ciudadanos!”.
Señaló que le preocupan los muertos la violencia que vive el país señaló que “si no llegamos a un arreglo con sensatez, no podremos llegar a una solución; de esta manera, los líderes en este país deben ponerse de acuerdo; con división no podremos reconstruir de manera rápida esta sociedad”.
Bertucci anunció que luego de esta maravillosa experiencia vendrá nuevamente al Zulia el 9 y 10 de septiembre, esta vez para tocar el municipio San Francisco y “seguir demostrando que con el poder y para la Gloria de Dios, en Venezuela se levanta la esperanza, que este inmenso esfuerzo es posible porque ¡Juntos somos más!”.