Maduro viola la Constitución, por Rafael Rodriguez Mudarra

Maduro viola la Constitución, por Rafael Rodriguez Mudarra

Gobernar por apetencia de poder, sin respeto a la opinión de la ciudadanía, es una de las características de un gobierno, que  carente respaldo   por parte de los multitudinarios sectores que integran  la sociedad venezolana se ha  empeñado   en hacer del insulto; de la difamación  e injuria  una  práctica  de actividad política, que con ausencia  de acierto y  de la  no   observancia de la consolidación de un oposición que ostensiblemente lo enfrenta,  no ha tenido otra ocurrencia  que   mediante la   predica  del odio, la  persecución  política;    a la vez de  no admitir  el  más  mínimo de los  derechos a disentir, valerse   de recursos  psicológicos  mediante técnicas elaboradas y difundidas por los medios de  comunicación social   propiedades del Estado venezolano, adquiridos con los dineros  del pueblo contribuyente de la renta nacional,  quieren darle asidero a la  falsa creencia , de que la situación de miseria y mengua que padece  el pueblo se debe a la existencia   del surgimiento en el país de una  “ oposición terrorista  y criminal”, pretendiendo el presidente Nicolás Maduro insertar el desaguisado de que: “En la oposición manda la ultraderecha, muy subordinada  al imperio norteamericano”, lo cual  no lo cree ni él;  que el pueblo pueda poseer dos licencias en ingenuidad:

 

Sin temor a equivocarnos: todos las mentiras declaradas por el gobierno en torno a las manifestaciones que sin solución de continuidad se vienen  suscitando conformadas por personas de la tercera edad, obreros, discapacitados, artistas, músicos, intelectuales, sectores progresistas del desarrollo económico del  campo y de la ciudad, los cuales son reprimidos con brutalidad  y  empleo  de medios  contrarios a la reglamentación sobre sobre este particular,  donde es evidente en conformidad a los videos exhibidos sobre la brutal represión  de la  GNB,  que condujo a la Fiscal  del Ministerio Publico a denunciar tales atrocidades , nos lleva a la convicción expresada con anterioridad, que si bien, el  Presidente Nicolás Maduro llenó las condiciones exigidas por la Constitución para hacerse acreedor a la Presidencia de la  República , como  ha  sido entre otras  la de ser venezolano  por nacimiento (  puesta en duda por muchos), mayor de 30 año  de edad; de estado seglar; también  no es menos cierto que la incapacidad supino para el ejercicio de la función presidencial, el desastre de nuestra economía, el hambre , la corrupción existente no punible, la  persecución  política contra los que se han atrevido a disentir,  lo hace también acreedor a que se proceda a su sustitución mediante los medios constitucionales existentes  para el logro de la restitución del Estado de Derecho, por  actuar en forma flagrante al  margen de la Carta Magna; y por ser causante  indiscutible  de la división existente entre la civilidad y el gobierno militar, la primera  contraria,  sin discusión  al  indebido abuso de autoridad .

 

La posición harto, no conveniente a la forma conductual del venezolano, impuesta por  la manera autoritaria y abusiva de  gobierno, que permea  el sentimiento democrático que caracteriza su formación intelectual y política; que se resiste  a ser excluido, discriminado y vulnerado en la igualdad de la soberanía para el logro de la transformación del Estado; para estatuir el sistema de gobierno; para la redacción de la Constitución  pertinente  a su   poder originario, no puede permitir sin la protesta  legal correspondiente que el presiente Nicola Maduro disponiendo de órganos   Públicos que le son dependiente por subordinación   burocrática , mediante el abuso de autoridad y el apoyo  inmoral de  estos miembros del poder  público, escogidos mediante el subterfugio de la Omisión Legislativa, “cirineos “ del Poder Ejecutivo, con flagrancia constitucional, explane su formación fascista  como expresión  acabada de su  autoritario  ejercicio funcionarial ,  a la manera de Mussolini, Hitler y Francisco Franco, convoque a una Asamblea Nacional Constituyente para la perpetuación de  permanencia, en un poder que por su formación  Despótica,  justifica una reacción de coherencia, como lo está demostrando  el espontaneo frente de  Integración  Nacional que se ha constituido.

 

La forma  más acabada  que consagra la incapacidad del presidente Nicolás Maduro, está harto materializada, cuando incumpliendo la Constitución,  con argucia   de mala práctica  impide la revocación de su mandato , cuya explicación huelga; y como  fin de la película  convoca a una Asamblea Nacional Constituyente que formalizada  en forma contraria al dispositivo constitucional ha generado una opinión  de rechazo  que ha causado la reacción natural, cívica y patriótica  del pueblo sin discriminación  por más de dos meses continuos con decenas de jóvenes  asesinados, centenares de heridos,  lo que hace evidente el comportamiento  abusivo y arbitrario de la fuerza pública, objeto de solidaridad tanto en la región como en el mundo de gran consideración en los debates de los organismos internacionales.

La terquedad del gobierno al incumplir las formas de resolución de conflicto como lo establece la Constitución, menoscaba la soberanía de ésta, y fuerza a los ciudadanos  a su defensa contra todo aquel que la  ha menoscabado.

Pérez Jiménez mediante un plebiscito realizado  en el año 1957,   quiso   burlar la opinión electoral del pueblo venezolano, no lo logro,  contra ese  actitud se conformó  una Junta Patriótica  y un Frente  Estudiantil que impuso la unidad del pueblo y solidaridad de las Fuerzas Armadas.  Derribado no le quedó otro camino que huir en “LA VACA SAGRADA”. No es recomendable hacer presagios.

 

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