Aarón Rodríguez: Unidos contra la Prostituyente

Aarón Rodríguez: Unidos contra la Prostituyente

thumbnailaaronrodriguezFeb2015

 

Resulta un poco dantesco tratar de comprender cómo puede convertirse en prioridad para un gobernante realizar una Asamblea Nacional Constituyente, cuando casi 10% de los venezolanos se ven obligados a buscar comida en la basura porque el dinero no alcanza para alimentarse, cuando los hospitales se han convertido en un monumento a la desidia pues no cuentan ni siquiera con algodón o agua oxigenada. Un país con elecciones vencidas, y otras a punto de vencerse porque al CNE no le provoca celebrar elecciones respetando los períodos constitucionales.





Ya los venezolanos tenemos más de 2 meses en la calle, en resistencia pacífica, defendiendo nuestra constitución, esa que hasta hace pocos meses los mismos que hoy promueven la prostituyente calificaban como “la mejor constitución del mundo” y que pretenden modificar, violando nuestra carta magna con el fin único de perpetuarse en el poder.

No obstante, desde hace tiempo que el loco de Miraflores y su equipo perdieron la careta, ya hasta las propias filas del chavismo expresan su rechazo al gobierno de Maduro, e incluso 20% de los que se identifican como seguidores de la revolución sienten que vivimos en dictadura. No en vano el rechazo al gobierno ya alcanzó el 85%, mientras sólo 2 de cada 10 venezolanos consideran que la Constituyente es la solución para salir de la crisis.

De esta forma podemos afirmar que el loco de Miraflores pretende apagar un incendio con gasolina, ignorando las verdaderas necesidades de la población lo que incluso le pide casi 75% de su pueblo chavista, que haga un referendo consultivo para que seamos los venezolanos quienes decidamos si se modifica o no la constitución. Porque si algo tenemos claro es que aquí no queremos ir a una constituyente, queremos elecciones generales en las que los venezolanos podamos elegir a nuestros representantes.

Y si algo hemos demostrado en estos 2 meses de resistencia, es que los venezolanos no nos rendimos, mucho menos nos arrodillamos ante los atropellos de la dictadura, hemos dejado muy claro: aquí nadie se cansa, nadie se rinde hasta recuperar la libertad de Venezuela, nuestra agenda es calle, calle y más calle hasta alcanzar nuestro objetivo. Así que arriba los ánimos, que ya estamos muy cerca de ver el resurgir de la mejor Venezuela.