Cerca de 20 personas se manifestaron este jueves en el municipio caraqueño Chacao por el caso de Neomar Lander, quien murió el miércoles en esa jurisdicción durante una protesta antigubernamental, mientras que los expertos del Ministerio Público (MP, Fiscalía) realizaban investigaciones en el sitio del suceso, reseñó EFE.
Manifestantes e investigadores coincidieron este jueves en la avenida Francisco de Miranda de Chacao, en el punto donde cayó ayer Lander, constató Efe.
Con pancartas, banderas y conmovidos hasta las lágrimas, una veintena de jóvenes entonó canciones en homenaje a la víctima que, aseguraron, trabajaba como animador.
Entretanto, un equipo forense de la Fiscalía se desplegó en el sitio para tomar fotografías y buscar pistas sobre este caso.
Hasta ahora el Ministerio Público ha indicado que el joven se encontraba en una manifestación “cuando se presentó una situación irregular durante la cual resultó gravemente herido” por lo que fue auxiliado y trasladado a una clínica cercana “donde ingresó sin signos vitales”.
Sin embargo, el Gobierno de Nicolás Maduro y dirigentes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) se han adelantado para acusarse mutuamente por este caso.
El vicepresidente, Tareck el Aissami, aseguró hoy que la escena del crimen “fue manipulada” y que una autopsia reveló que el manifestante tuvo fractura de costilla, explosión del pulmón izquierdo, y lesiones en uno de los brazos producto de la detonación de un explosivo de fabricación casera.
Por otra parte, dirigentes de la oposición han asegurado que Lander murió por el impacto de una bomba lacrimógena, generalmente usada por la fuerza pública en la contención de las manifestaciones opositoras.
No obstante, esta tesis ha sido negada por el defensor del Pueblo, Tarek William Saab, quien aseguró que experticias médico forenses revelaron que esta muerte “no fue por disparo de bomba lacrimógena”.
La ola de manifestaciones a favor y en contra de la llamada revolución bolivariana, algunas de las cuales han degenerado en hechos violentos, han dejado 67 muertos y más de un millar de heridos, según los últimos datos de la Fiscalía, aunque el Gobierno eleva la cifra a 80 víctimas mortales.