Los vampiros de los Cárpatos ya no dan miedo, pero ahora son los osos los que parecen atormentar a los visitantes que se atreven a acercarse a la fortaleza rumana de Drácula en Poenari (centro), informaron autoridades locales.
AFP
Varios turistas que lograron subir los 1.480 peldaños que conducen a esa ciudadela en ruinas han revelado en los últimos días que se han encontrado cara a cara con una osa y sus tres crías.
Las autoridades locales, preocupadas, decidieron reunirse de urgencia el viernes para decidir la suerte de esas bestias.
“El ministerio del Medio Ambiente nos dio luz verde para que los cuatro osos sean capturados y trasladados, pero ahora tenemos que decidir dónde los enviamos” indicó el prefecto Emilian Dragnea mediante un comunicado.
El acceso a la fortaleza, mientras tanto, quedó cerrado.
“Es el error de los turistas que alimentan a los osos” comentó una portavoz de los gendarmes, Catalina Turcea.
El castillo de Poenari fue construido en el siglo XV por el príncipe rumano Vlad Tepes (el Empalador), que inspiró al personaje del conde “Drácula”, la novela homónima del irlandés Bram Stoker (1897).
El escritor, sin embargo, situó la acción de su libro en otro castillo rumano, el de Bran, a unos 150 kilómetros de Poenari.
El jueves, una osa y dos crías fueron capturados tras merodear varias noches por la aldea turística de Cheia, en los Cárpatos, mientras buscaban alimentos. Próximamente serán trasladados a una reserva natural en el centro del país.
Un oso fue también abatido el año pasado en la ciudad de Sibiu (centro), lo que provocó muchas protestas.
Rumanía cuenta con unos 6.000 osos pardos, el 60% de la población de esos animales en Europa.