Enfundados en la camiseta vinotinto de su selección y ondeando la bandera tricolor, miles de venezolanos henchidos de orgullo recibieron el martes a su selección de fútbol que quedó subcampeona del Mundial sub-20 disputado en Corea del Sur.
Reuters
La oncena “vinotinto” no pudo superar el domingo a Inglaterra y cayó 1-0 en la final, a la que llegó por primera vez en su historia.
Sin embargo, la derrota no opacó su gran desempeño y miles de seguidores de todas las edades los esperaron en el principal aeropuerto del país con carteles como “Bienvenidos gladiadores vinotinto. Gracias por hacernos soñar”.
Los futbolistas, tras bajar del avión y atravesar un corredor circundado por fanáticos, una banda marcial y algunas autoridades, abordaron un autobús para ir, en caravana, hasta el principal estadio de Caracas donde recibirán un homenaje.
“Aquí están sus campeones, disfrútenlos”, le dijo a la multitud el entrenador de la selección, Rafael Dudamel. “Benditas todas las madres que parieron a estos muchachos”.
A pesar de que miembros de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) pidieron no politizar el logro, Dudamel aprovechó que millones sintonizaron los juegos de sus dirigidos para, tras uno de ellos, pedirle al presidente Nicolás Maduro que “pare las armas” en medio de una ola de violentas protestas antigubernamentales.
A pesar de los señalamientos, la vinotinto logró algo poco común en su país en los últimos tiempos, al unir -al menos por un rato- a opositores y oficialistas que, al unísono, enviaron mensajes de aliento celebrando a sus “campeones”. Reuters
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— Mildred Manrique (@milmanrique) 13 de junio de 2017