Pompeyo Márquez es la historia eterna que se renovará en cada instante de la vida. No es fácil aceptar que este muerto, porque él no era simplemente un hombre mortal, era una idea viviente y las ideas por las que él se desvivió no fallecen jamás. Hizo méritos para llamarlo maestro, su conducta fue ejemplar, fundamentalmente moralizadora. Su reciedumbre fue sometida a pruebas una y otra vez, por eso su coraje no es una fábula, fue la cualidad que lo distinguirá siempre. Vivió para luchar y la memoria de esa vida seguirá rondando en cada espacio de esta Venezuela por la que nunca pensó en rendirse. Recientemente nos envió un mensaje con Richard Blanco donde nos decía que “2017 es el año en que Venezuela perdió el miedo” y ciertamente es así.
Mucho más sabiéndonos apoyados por seres hermosos, nobles, abnegados y colmados de historia buena como la que escribió Pompeyo Márquez, desandando caminos desde la Venezuela gomecista hasta la madrugada de hoy en que nos lega su último aliento para ratificar que marcho toda la vida en pos de una patria libre y soberana. Hemos llorado como no lo hicimos en la cárcel al confirmar esta infausta noticia de boca de tu solidaria esposa Yajaira, pero no estar libre para poder acompañarte en estos últimos días, es más punzante en el alma de unos amigos que una prisión. Ayer casualmente se dio uno de los eventos que tantas veces reclamabas a la dirección de la oposición venezolana: mostrarse unidos y con planes concretos para calmar a un pueblo ansioso de libertad y urgido de conductores que sepan asegurarnos un futuro promisorio. La leyenda de Santos Yorme estará al alcance de todos los jóvenes que aspiren seguir tu senda, ese camino donde están tus huellas, rastros de ilusiones, fracasos y victorias, pero sobre todo de enseñanzas. Fuiste un hombre valiente para ejercer la autocrítica, admitiendo sin empacho que te habías equivocado y para eso si hay que tener coraje. Tu lucidez era un diamante que brillaba para comunicarnos lecciones de un oráculo que solo aspiraba morir libre. Tus profecías se cumplirán porque detrás de ti queda una generación de relevo de la que serás centinela y antorcha encendida en sus pechos para que no se pierdan en la peregrinación por los sueños de libertad que te desvelaban. Serás el compañero gladiador en los pasajes de la vida que debemos aun recorrer y sabrás levantarnos de las tristezas y trastocarlas en alegrías.
Para Mitzy y para mi serás inolvidable, tus relatos de aventuras y confidencias, tu pasión para superar una adversidad y conquistar un objetivo, son imborrables, es imposible no tenerte aquí adentro, aun con ese tamaño gigante, porque seres como tú caben en todas partes donde se puede plantar un corazón maravilloso.
Gracias por lo bien que lo hiciste.
Caracas, 21 de Junio de 2017.