Marcela Máspero: Latinoamérica no puede seguir impasible ante el baño de sangre que comete el gobierno de Maduro

Marcela Máspero: Latinoamérica no puede seguir impasible ante el baño de sangre que comete el gobierno de Maduro

La coordinadora nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE), Marcela Máspero
La coordinadora nacional de la Unión Nacional de Trabajadores (UNETE), Marcela Máspero

 

La Alternativa Democrática Sindical (ADS) reclama solidaridad de Latinoamérica ante el baño de sangre que sufre Venezuela producto de la represión por parte del gobierno nacional.

Nota de Prensa





“Hacemos un llamado a los pueblos del mundo para presionar una salida pacífica a la sangrienta crisis que está viviendo Venezuela en la que han asesinado a 75 personas por los cuerpos de seguridad del Estado creados por el presidente Nicolás Maduro”, aseguró Marcela Máspero, secretaria de Integración y Vinculación Institucional de la ADS.

A su juicio, ahora más que nunca la solidaridad en este momento es crucial y se trata de un compromiso moral del continente americano tras la amenaza de Maduro de reprimir a sangre y fuego, y encarcelar a quienes se opongan a la Asamblea Constituyente que pretende modificar la Constitución.

“Latinoamérica no puede seguir impasible ante el baño de sangre al que está siendo sometido el pueblo venezolano por parte de la criminal Guardia Nacional que recibiendo y cumpliendo órdenes del dictador Nicolás Maduro han asesinado a estudiantes en condiciones absolutamente inaceptables. La solidaridad se define como una condición del ser humano que complementa las actitudes sociales de los individuos, por ello resulta inadmisible la pasividad cómplice de organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), cuya maraña burocrática impidió adoptar decisiones para presionar una solución definitiva a la crisis humanitaria, social, económica y social que sufren los hermanos venezolanos”, resaltó Máspero.

En este sentido, la Alternativa Democrática Sindical de las Américas insistió en invocar la solidaridad de Latinoamérica con Venezuela por considerarla la base de los derechos humanos, hoy violentados por Nicolás Maduro amparado por unas fuerzas militares y policiales que hoy apuntan sus fusiles contra sus propios padres y hermanos.