Los fuegos artificiales llenaron de color la noche de hoy en Nueva York, donde millones de personas despidieron desde las azoteas y las calles otro Día de la Independencia marcado por las barbacoas al sol y las reuniones sociales.
EFE
La vistosa pirotecnia de unos 25 minutos, que organizan los grandes almacenes Macy’s desde hace 41 años, puso el colofón a un largo y veraniego fin de semana que culminó este martes 4 de julio, aniversario de la fundación de Estados Unidos hace 241 años.
Riadas de gente vestida con los colores de la bandera estadounidense surcaban las calles de Nueva York ya al atardecer en busca de un buen lugar desde donde admirar el mayor espectáculo pirotécnico del país en esta jornada, para el que se han utilizado 60.000 proyectiles.
“Algunos de los proyectiles del espectáculo de Macy’s van de unos 5 centímetros de diámetro hasta 25, se elevan unos 300 metros en el cielo y pesan unos 22 kilos”, dijo el pirotécnico Gary Souza al canal ABC 7.
Los fuegos artificiales, que se lanzaron desde cinco embarcaciones situadas en el East River a las 9.30 pm hora local, despertaron los suspiros y las exclamaciones de los espectadores con sorpresas como caritas sonrientes, esferas bicolor y enormes palmeras doradas.
Iluminando el paisaje neoyorquino plagado de rascacielos y con el Empire State teñido de colores patrióticos como protagonista, los fuegos artificiales se sucedieron sin pausa hasta hacer enmudecer a esta ruidosa ciudad que nunca duerme.
La cantidad de público que atrae esta cita, unos tres millones de personas, llevó a la Policía local a reforzar el dispositivo de seguridad, si bien el jefe de la Policía, James O’Neill, señaló que no había “amenazas específicas ni creíbles contra el 4 de julio o la ciudad”.
Aun así, el alcalde Bill de Blasio advirtió que habría una mayor presencia de las autoridades, que iban a ser reforzadas con unidades especializadas en antiterrorismo, herramientas de detección de radiación y perros entrenados.